Decenas de conductores solidarios, muchos de los cuales son inmigrantes, acuden diariamente para transportar gratuitamente a los miles de refugiados que llegan cada día a la frontera polaco-ucraniana y llevarlos a donde deseen.
Vienen desde todos los rincones de Polonia y también desde otros países europeos, se movilizaron en cuanto supieron que había empezado la guerra en Ucrania y ofrecen sus vehículos, y a veces sus hogares, a los miles de refugiados que llegan sin cesar desde Ucrania.