Se ha convertido en un gesto de lo más habitual: limpiar la pantalla de nuestros dispositivos móviles. Pero podrías estar dañándola sin saberlo. Te contamos cómo hacerlo correctamente.
Las pantallas de tablets, portátiles y sobre todo smartphones suelen estar más tiempo sucias que limpias. Por eso es conveniente limpiarlos de vez en cuando, si no queremos que se conviertan en foco de microbios y bacterias.
Es probable que tú que estás leyendo lo hagas a menudo. Cogerás una manopla, un clínex o incluso la manga de la camisa o el jersey y los usarás para limpiarla. O peor, puede que recurras a líquidos limpiadores o similares que fácilmente se pueden colar dentro del sistema (algo de lo que no se libran ni los smartphones resistentes al agua).
Las pantallas de los dispositivos móviles son resultado de un proceso químico y, aunque cada vez son más resistentes, no dejan de ser una parte delicada y endeble que convierte tratar con especial cuidado. Además están eléctricamente cargadas, de ahí el riesgo de usar cualquier elemento líquido.
Si esto no te convence para limpiarla correctamente, quizás estos datos sí lo hagan: en función del dispositivo que tengas, reparar o remplazar la pantalla de tu smartphone te puede salir desde 50 euros en los Android de gama media hasta los 147 euros (mínimo) si se trata de un iPhone.
Como los smartphones nos acompañan a todas partes es fácil que sufran algún accidente, pero si ponemos medios para prevenirlos será más difícil que les ocurra algo. Para proteger la pantalla, es conveniente limpiarla con un paño seco y de microfibra, como los que se usan para limpiar las gafas. Este material no sólo reduce la posibilidad de ralladuras, sino que también evita la liberación de partículas que pueden quedar atrapadas en orificios del terminal (incluso en los modelos resistentes al polvo).
Antes de limpiarlo lo mejor es que apagues el dispositivo. Después frota la pantalla con este paño en círculos y sin aplicar mucha fuerza, para evitar ralladuras y grietas. Sin embargo, esto no permite una limpieza profunda y ni mucho menos acaba con las bacterias.
Estas son un habitante habitual y muy numeroso en nuestros dispositivos. Según un estudio sobre higiene del hogar realizado por la Universidad española de Barcelona y la FESS (Fundación de los Estudios para la Seguridad y Salud Social), la pantalla del móvil tiene 20 veces más de bacterias que cualquier tapa limpia de un inodoro.
Así que si quieres hacer una limpieza más profunda, tienes dos opciones: o llevarlo a un centro oficial o emplear agua destilada. Esta hay que aplicarla primero en el paño de microfribra y no directamente sobre el dispositivo. En teoría los modelos resistentes al agua la tolerarían, pero es preferible no arriesgar y humedecer un paño, frotando con él en círculos suavemente.
Algunos ingenieros sugieren mezclar el agua destilada con alcohol diluido para eliminar todas las bacterias y gérmenes. En los soportes técnicos emplean alcohol isopropílico, que reduce el daño eléctrico del dispositivo porque se evapora en seguida. En eBay por ejemplo es fácil adquirirlo.
Estos son los únicos líquidos a tu alcance con los que debes limpiar la pantalla de tu móvil. Olvídate de toallitas húmedas, toallas mojadas en agua corriente o limpiacristales.
