Una huelga parcial del transporte enmarañó el tráfico en la ciudad más grande de Brasil el miércoles.
Los conductores de autobuses y trenes protestan las reformas propuestas por el presidente Michel Temer, que según ellos reducirán la seguridad laboral y retrasarán la edad del retiro. Temer espera que estas reformas y otras ayudarán a sacar al país de una profunda recesión.
La huelga, que comenzó durante la noche, provocó trastornos a la hora pico del miércoles. La autoridad de transportes dice que circulan el 40% de los autobuses. Dos de las seis líneas del metro funcionan normalmente y tres de manera parcial.
