Hace tres años fue la subida de la gasolina. En 2021, se trató de la falta de agua por la sequía. Ahora el aumento del coste del pan, y otros alimentos básicos, ha hecho que muchos iraníes desafíen una vez más a las autoridades con protestas callejeras.
Desde finales de la semana pasada se han multiplicado las pequeñas protestas en varias ciudades iraníes con ataques a panaderías e incluso mezquitas, en unos disturbios que han causado al menos dos muertos.