El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco a través de los Servicios de Endocrinología y Medicina Física de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital de Especialidades, realizó un protocolo de estudio dirigido a pacientes con obesidad mórbida a fin de coadyuvar en la recuperación de su movilidad y en la reincorporación a sus actividades cotidianas, previo a concluir su proceso para ser intervenidos en la modalidad de cirugía bariátrica.
Los pacientes fueron derivados del Servicio de Endocrinología, que previo a ser intervenidos quirúrgicamente en la modalidad bariátrica, son incorporados a un protocolo de alimentación sana y acondicionamiento físico.
Explicaron que este modelo de rehabilitación incluyó realizar actividad física bajo el agua en donde es posible movilizar al paciente de una manera más efectiva y cómoda para él, con la facilidad de practicar ejercicios como flotis, cardio, estiramientos, calentamiento y fortalecimiento de articulaciones.
Derivado de que muchos pacientes con obesidad presentan complicaciones como diabetes, hipertensión o descompensación, durante las primeras dos semanas realizaron actividad tres veces por semana, a partir de la tercera semana, la frecuencia aumentó a cuatro veces por semana, y a partir de la cuarta semana de tratamiento, las sesiones fueron todos los días.
Su duración al principio, explicaron los fisioterapeutas, fue de 30 minutos y conforme avanzaban en resultados y adquirieron mayor condición física y lograron permanecer hasta 60 minutos en actividad.
En dicho protocolo se reunió a un primer grupo de 16 pacientes “para acondicionarse, como un proceso más antes de ser sometidos al By-Pass o a la colocación de banda gástrica. Queríamos que ellos tuvieran la mejor condición física para que se recuperaran”.
Así, fueron incluidos pacientes en su mayoría mujeres con peso corporal por encima de 100 kilogramos quienes “por lo general tenían mucha dificultad para moverse, les dolían las rodillas, la espalda y era un círculo vicioso porque no podían ejercitarse, porque les dolía el cuerpo”.
Empero, una vez que ingresaban a la alberca con la que cuenta el servicio de Rehabilitación Física del Hospital de Especialidades, empezaron a ganar condición y movilidad.
“En el agua disminuye el peso corporal, se sienten más livianitos y se pueden mover entre más agua hay, fue una experiencia grata. La mayoría de personas con sobrepeso y obesidad tienen depresión, la enfermedad también les ocasiona esto, y trabajando en equipo formaron lazos con otros pacientes, el ejercicio aumentó su autoestima” dijeron los expertos del IMSS Jalisco.
Dado el éxito que obtuvo el primer grupo, se formó un segundo de 15 pacientes con obesidad mórbida, quienes tuvieron los mismos resultados: lograron acondicionamiento físico, ganaron motivación, autoestima y movilidad.
“Vieron que el Instituto los quiere bien, los quiere sanos, y que alguien los animó porque les decíamos que no iba a servir de nada la operación si no cambiaban sus hábitos de ejercicio y dieta”, explicaron
Básicamente añadieron los especialistas del Seguro Social, el brindar este tipo de terapias a pacientes con obesidad mórbida tuvo como objetivo la modificación de hábitos de ejercicio y dieta, independientemente si se les practicaba una cirugía bariátrica, lo cual mejoraría su calidad de vida.
