El Papa Francisco pidió hoy respeto a las peticiones de los padres de Alfie Evans, un bebé británico que padece una grave afección neurológica y que los jueces de su país ordenaron desconectar a las máquinas que lo mantienen con vida.
“Espero de corazón que se haga todo lo necesario para poder seguir acompañando compasivamente al pequeño Alfie Evans, y que el profundo sufrimiento de sus padres sea escuchado”, dijo el Papa en mensajes en Twitter en inglés, español, italiano, francés y portugués.
“Estoy rezando por Alfie, por su familia y por todos los que están involucrados”, agregó. En sus nueve perfiles oficiales, el pontífice suma más de 35 millones de seguidores en esa red social.
Se trata de la primera manifestación pública de Francisco sobre el caso de Alfie, que ha conmovido al mundo y ha generado encendidas discusiones, tanto fuera como dentro de la Iglesia.
De apenas 22 meses de vida, los padres del pequeño Evans quieren trasladar a su hijo desde el Reino Unido hasta Roma para que sea tratado en el Hospital Pediátrico Bambino Gesú (Niño Jesús), que es propiedad del Vaticano.
Pero tres jueces de ese país consideraron la solicitud “inadmisible” el 28 de marzo pasado, además de mantener la decisión de retirar los tratamientos artificiales que tienen con vida al niño.
La Corte de Apelación de Inglaterra había ya negado un recurso de amparo presentado por los padres para evitar la desconexión del pequeño, que se encuentra actualmente en el Alder Hey Children’s Hospital, de Liverpool.
Para lograr su cometido, los progenitores decidieron llevar su caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo (TEDHE).