La piratería marítima cayó a sus niveles más bajos en 18 años en 2016, aunque los secuestros de tripulantes para pedir rescate aumentaron en el África Occidental y en los mares de Sulu, cerca de Filipinas, indicó el martes un organismo global de supervisión marítima.
En su informe anual, la Oficina Marítima Internacional enumeró 191 incidentes de piratería en todo el mundo, por debajo de los 246 de 2015 y en el nivel más bajo desde 1998. Los piratas capturaron siete embarcaciones y retuvieron a 151 rehenes, en comparación con los 15 barcos y 271 rehenes de 2015.
Sin embargo, los secuestros marítimos se multiplicaron por tres, a 62 personas desde las 19 de 2015. De ellas, 34 personas fueron capturadas en las costas de África occidental, donde 28 personas fueron secuestradas en remolcadores, barcazas, botes pesqueros y más recientemente mercantes, en aguas en torno a Malasia e Indonesia y se cree que fueron trasladados al sur de Filipinas.
«El declive continuado en la piratería es una buena noticia, pero algunas rutas navieras siguen siendo peligrosas y la escalada del secuestro de tripulantes es una tendencia preocupantes en algunas zonas emergentes. Los secuestros en los mares de Sulu, entre el este de Malasia y Filipinas, son especialmente preocupantes», señaló en un comunicado el director de la oficina, Pottengal Mukundan.
Sólo en el último trimestre del año, según la oficina, fueron secuestrados 12 tripulantes de dos cargueros en ruta y de un pesquero fondeado en el mar de Sulu. En noviembre, un carguero recibió disparos de piratas que no pudieron abordar el barco. Antes en 2016, otros tripulantes fueron secuestrados en tres ataques sobre remolcadoras y barcazas vulnerables, que navegan a baja velocidad.
La oficina, que tiene su sede de avisos de piratería en Kuala Lumpur, instó a las navieras que consideren evitar el mar de Sulu. El organismo pidió a los gobiernos que investiguen e identifiquen a los secuestradores y los castiguen según la ley.
La institución también instó a los barcos a mantenerse vigilantes en el golfo de Guinea, que se mantuvo como un punto de riesgo de secuestros con 34 personas capturadas en nueve incidentes.
A nivel internacional, Indonesia siguió siendo el país más afectado por la piratería con 49 incidentes, en su mayoría robos de bajo calibre, aunque la cifra supone un brusco descenso desde los 108 de 2015. Los ataques aumentaron en aguas de Nigeria, que sumó 36 incidentes desde los 14 de 2015. India sufrió 14 incidentes, Perú 11 y Filipinas 10.
