Estudiantes y egresados de la Universidad de Guadalajara (UdeG), y de otras instituciones educativas, participaron en el desarrollo de dos proyectos para solucionar problemas de distintas comunidades en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), con los cuales resultaron ganadores del desafío Ideas de Impacto, convocado por la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología de Jalisco, en alianza con Socialab, SVX México, Fomento Social Banamex y el Tecnológico de Monterrey campus Guadalajara.
Con el proyecto “Drynergy”, los jóvenes pretenden apoyar a la colonia Agrícola, en Zapopan, un asentamiento irregular donde encontraron que las familias viven sin drenaje ni electricidad, por lo que utilizan fosas sépticas, que provocan problemas de salud y de contaminación. Los estudiantes propusieron un modelo de baño seco, que busca reutilizar los desechos como abono y energía.
“Estuvimos en la colonia y nos dimos cuenta que las personas, al no contar con drenaje ni agua potable, construían fosas en sus casas. Esto traía problema de malos olores, infecciones y plagas, además de que en algún momento estas fosas van a dañar los mantos acuíferos en el subsuelo”, comentó Karina González, estudiante de Negocios Internacionales del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA).
El otro proyecto es “Tótem”, un modelo de alimentación sustentable para comunidades de escasos recursos, a través de una cooperativa cunícola orgánica, que permita a las personas acceder a carne de conejo de bajo costo, con bajo impacto ambiental. Este proyecto está basado en las necesidades que los jóvenes encontraron en la colonia El Rehilete, de Zapopan.
“Pensamos en una granja de crianza y producción de conejo, porque tiene cuatro impactos: el ambiental, ya que se requiere menos agua para su crianza, que la carne de res; en la salud, porque tiene un alto grado proteínico y es baja en sodio; económico, porque es más barata; y además un impacto social, porque hay gente en la colonia que proviene del sur del país, que ya está familiarizada con el consumo de carne de conejo”, señaló Rodrigo Hernández Robledo, estudiante de Diseño Industrial del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD).
Los proyectos fueron seleccionados entre casi 400 que se registraron en el desafío. Para su implementación serán recompensados con 80 mil pesos; esto, si logran reunir una cantidad igual a través de una recaudación de fondos en la plataforma Fondeadora, a través del sitio https://fondeadora.mx/socialab.
Ambos proyectos surgieron del Laboratorio de Emprendedores Sociales México (Esmex), un organismo que surgió en 2013 como una iniciativa de estudiantes y egresados de diferentes centros universitarios de la UdeG, con el objetivo de promover el emprendimiento social.
“Creemos que podemos crear empresas que puedan cambiar al mundo, que su objetivo no sea exclusivamente generar ingresos, sino que también sea resolver problemas sociales, específicamente la pobreza. Son empresas que tendrán utilidades como cualquiera, pero lo que las rige es la frase: ‘Empresas que no quieran ser las mejores del mundo, si no las mejores para el mundo’”, dijo Jorge Meléndez, coordinador general de Esmex.
Del Laboratorio Esmex surgieron 20 proyectos, doce fueron semifinalistas en el desafío, y dos resultaron ganadores.
