El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, denunció hoy en la ONU a los países Occidentales que pretenden frenar “el proceso irreversible” de un orden multipolar mediante métodos que van desde la «presión económica» a la «fuerza bruta».
En su intervención ante la Asamblea General de Naciones Unidas, Lavrov señaló que el mundo ve la colisión de dos fuerzas opuestas. Una es caracterizada por “principios policéntricos” con nuevos centros de desarrollo económico, y otra afanada en mantener a naciones líderes de Occidente.
“Con ese fin, estos poderes no dudan en utilizar cualquier método, incluido el chantaje político, la presión económica y la fuerza bruta”, declaró Lavrov. Indicó que tales actos socavan el derecho internacional que sustenta el orden mundial de la posguerra.
Aunque el canciller ruso evitó mencionar países específicos, su discurso pareció hacer alusión a las políticas de Estados Unidos, exacerbadas durante el gobierno del presidente Donald Trump, de rechazar su participación en organismos de cooperación multilateral.
“Escuchamos sonoras declaraciones que no solo cuestionan la validez legal de los tratados internacionales, sino que también declaran la prioridad de enfoques unilaterales egoístas sobre las decisiones tomadas en el marco de Naciones Unidas”, apuntó Lavrov.
De manera más directa, mencionó ataques, como los encabezados por Estados Unidos, contra principios básicos del acuerdo en Medio Oriente, el acuerdo nuclear iraní, la Organización Mundial del Comercio y el Acuerdo de París.
El canciller ruso denunció además que las “acusaciones infundadas de injerencia en los asuntos internos de ciertos países son expresadas al mismo tiempo que hay intentos manifiestos de socavar y derrocar gobiernos democráticamente electos”.
Más tarde, al ser consultado en una rueda de prensa sobre la intervención de Rusia en las elecciones de Estados Unidos, de acuerdo con agencias de inteligencia estadounidense, Lavrov dijo que los rusos “son las últimas personas interesadas en intervenir en asuntos” de otras naciones.
Manifestó que Rusia y Estados Unidos solían cooperar en asuntos de seguridad cibernética, antes de que el expresidente Barack Obama congelara tales programas. Precisó, en cambio, que existían “millones de ejemplos” de que Estados Unidos intervenía de manera abierta en otros países.
Mencionó que el Departamento estadounidense de Estado tenía un programa con 20 millones de dólares de presupuesto para “promover la democracia y el pluralismo en Rusia”.
Esos recursos eran otorgados a opositores del gobierno del presidente Vladimir Putin, según Lavrov, quien aseveró que «esas no son contemplaciones abstractas».
