Triángulos de luz y sombra iluminan la zona norte del castillo de Chichén Itzá -ruinas ubicadas el oriental estado de Yucatán-, asemejando el descenso de Kukulcán, el dios de la cultura maya que llega anualmente durante el equinoccio de primavera para fertilizar la tierra, asombrando a los miles de asistentes.
Cada equinoccio (boreal), en la zona de Chichén Itzá se puede contemplar un fenómeno en las escalinatas de la pirámide que asemeja la sombra en movimiento de Kukulcán, la serpiente emplumada y deidad de viento y del agua en la mitología maya.