En los últimos años, la propaganda terrorista del Estado Islámico logró sumar en Siria e Irak a más de 35 mil combatientes extranjeros de 100 países, un fenómeno que obliga a trasladar la prevención terrorista a nuevos escenarios de reclutamiento: internet y los barrios.
Es un grupo terrorista perfectamente conocedor de sus audiencias potenciales, global y dirigido los millenials que se encuentran en las redes sociales y medios de comunicación digital», explicó Javier Lesaca, experto en estudiar la comunicación del yihadismo desde la Universidad George Washington
La diferencia principal ente el EI en la actualidad y Al Qaeda en las últimas décadas es que Daesh “no se limita a los países árabes y audiencias de perfil islamista”.
Su mensaje va mucho más allá, se dirige a una multitud desencantada por su gobierno y sus instituciones, y no necesariamente coincide con el perfil tradicional yihadista que reclutaba Al Qaeda.
El Estado Islámico se presentó en un inicio como “movimiento social”, con videos y entrevistas a combatientes, deportes o terroristas cuidando bebes en hospitales. De los mil 325 videos publicados hasta la fecha, solo el 15 por ciento son violentos, y se inspiran en escenas de películas y videojuegos.
Dibujan el terrorismo como algo ‘cool’ que se puede imitar”, sintetizó Lesaca, que estudió miles de videos para descifrar la propaganda islamista.
El objetivo son los jóvenes que se sienten discriminados, aquellos con problemas de identidad en sociedades con creciente islamofobia, escaso recorrido académico y complicado acceso al mercado de trabajo.
Comparte visión con el ex primer ministro de Túnez Mehdi Jomaa quien sostiene que el mensaje yihadista “no es consistente” pero logra alcanzar a jóvenes que lo abrazan como la verdad absoluta.
El británico Hanif Qadir, exmiembro de Al Qaeda en Afganistán que desde 2003 dirige la Fundación por el Cambio Activo. Con un perfil atípico, propone una receta sencilla de formular pero compleja de implementar, que consiste en “copiar” las estrategias del EI.
Entienden los corazones y las mentes de las comunidades. Y llegan a ellos con mensajes, contacto físico y, todo tipo de medios, Son efectivos comunicando y tenemos que hacer lo mismo que ellos”, señaló el terrorista arrepentido.
“No vamos a acabar con el terrorismo matando terroristas. Tenemos que quitarles el aire que respiran”, apuntó el experto en la conferencia “Prevenir el extremismo violento”, organizada en Bruselas.
Agregó además que el éxito discursivo del EI radica en entregar las comunicaciones a ‘gente corriente’, gente de todos los ámbitos de la vida.
