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30 años y solo dos líneas de Tren Ligero

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Por: Salvador Cosío Gaona

A 30 años de la puesta en marcha de La Primera Línea del Tren Eléctrico Urbano de Guadalajara, no podemos pasar por alto que si no fuese por la omisión y falta de compromiso de los gobiernos Panistas que dejaron pasar 18 años sin proyectar una nueva línea, y la vileza del expresidente Carlos Salinas de Gortari, en la actualidad la Zona Metropolitana de Guadalajara tendría, sino resuelto, sí muy desahogado el problema de la movilidad, pues valga recordar que desde la administración del gobernador Guillermo Cosío Vidaurri, quedó debidamente proyectada y aprobada la Tercera Línea; entonces debían haberse construido al menos una línea más por cada sexenio y quizás ahora mismo estuviese en ciernes la Línea Siete y no la Tres.

El contexto es a propósito de la tercera década que cumplió el 1 de septiembre pasado el también llamado Tren Eléctrico, que actualmente tiene en construcción su tercera línea, cuya inversión superará los 32 mil millones de pesos, tendrá una longitud de 21.5 kilómetros y dará servicio de transporte a 233 mil pasajeros diarios, contará con 18 trenes de tres vagones que recorrerán las 18 estaciones en 33 minutos.

Pero como ya se mencionaba, vamos al menos 18 años tarde con este proyecto de movilidad, pues bien vale la pena recordar que esta imponente obra forma parte de un ambicioso y bien planeado proyecto para superar los problemas de movilidad que desde 1975 ya se padecían a causa del déficit de transporte público masivo, pero que el gobierno anterior no supo o no tuvo la capacidad de gestionar como estaba planeada desde hace más de 20 años.

Fue en esa época, gracias al esfuerzo del Gobernador Alberto Orozco Romero y del alcalde de Guadalajara Guillermo Cosío Vidaurri, que se hizo posible la apertura de lo que es hoy la Avenida Federalismo y la realización de un túnel que permitió que por esa vía existiera paso, primero de autobuses y después de trolebuses, que brindaron un gran servicio a la ciudad. El Gobierno de Flavio Romero de Velasco mantuvo esa red y fueron ampliadas en muchos sentidos las líneas de autobuses. Bajo la administración de Enrique Álvarez del Castillo, fue que se planeó y ejecutó la Línea Uno del Sistema del Tren Eléctrico Urbano. No la pudo terminar y fue al gobernador Guillermo Cosío Vidaurri, a quien correspondió concluirla y además de ello gestionó, proyectó e impulsó la construcción de la Línea Dos dejando la Línea Tres debidamente planeada, con un proyecto aprobado que era por vía subterránea totalmente, en la misma ruta que se hizo la línea tres actual. Quedó también el proyecto de la ampliación de la línea dos del parque de la Revolución hasta la avenida Aviación.

Habrá que añadir que durante esos gobiernos se hicieron Infinidad de obras viales. Pero fue a la llegada de administraciones panistas que se dejó de avanzar. Alberto Cárdenas Jiménez no hizo prácticamente nada en materia de transporte urbano y movilidad. Francisco Ramírez Acuña se dedicó a ampliar el sistema de transporte colectivo de la zona metropolitana, porque se decía que tenía muchos intereses en esa operación de empresas de autobuses a través de prestanombres, -simplemente fue el vox populi-. Durante el Gobierno de Emilio González Márquez se realizó el famoso adefesio del Macrobús que fue un copia de un modelo que funciona quizá en Bogotá donde existen avenidas demasiado anchas en sus capitales, pero que en el caso de Jalisco fue un esperpento que vino a romper toda la estructura en la vialidad de la Calzada Independencia, con estaciones horribles e inmensas, además de costosísimas e innecesarias, pero que significaron un gran negocio para funcionarios y empresarios corruptos.

Al regreso del Partido Revolucionario Institucional a la gubernatura por conducto de Jorge Aristóteles Sandoval, se tuvo la voluntad de dar continuidad a ese plan de movilidad que había quedado estancado por gobiernos azules. Sin embargo, no le alcanzó el tiempo para entregarla antes de dejar su encargo como primer mandatario de la entidad. La línea tres quedó entonces en manos del gobernador Enrique Alfaro, quien al recibirla de inmediato indicó que era “una obra de la Federación -iniciada por Enrique Peña Nieto- el gobierno de Jalisco no invertirá recursos para terminar la obra inconclusa” y aseguró que terminar la Línea 3 debería ser tarea de la administración que encabeza Andrés Manuel López Obrador.

Sin mayores aspavientos, el presidente asumió el compromiso con los jaliscienses y tras una reunión que sostuvieron los mandatarios en Palacio Nacional, López Obrador anunció que daría prioridad a la Línea 3 del Tren Ligero de Guadalajara que entonces permanecía detenida desde la terminación de la administración pasada y aportaría los cuatro mil 500 millones de pesos que en ese momento se presumía faltaban para concluirla, y aún cuando ha ido incrementando el presupuesto, ha mantenido su promesa y nada menos a principios de este mes comprometió otro recurso a través de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) al acordar con el gobierno de Jalisco una nueva transferencia de recursos por 188 millones de pesos para el suministro, instalación, prueba y capacitación para el servicio del sistema de recaudo (Peaje) para el proyecto.

Con el convenio de coordinación que se firmó entre el Secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, y el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, los recursos presupuestarios federales que se reasignen, una vez devengados y conforme avance el ejercicio, deberán ser registrados por el estado de Jalisco en su contabilidad, de acuerdo con las disposiciones jurídicas aplicables y se rendirán en su Cuenta Pública, sin que por ello pierdan su carácter federal.

La SCT estima concluir este año la construcción del tren. Se dijo que en el presente mes concluirá la obra civil y también prevé tener este año las certificaciones para que comience a dar servicio en 2020.

Sin embargo, esta edificación que comenzó partir del 7 de agosto de 2014 bajo la administración del ex gobernador Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, se ha convertido en un serio dolor de cabeza para las administraciones estatales y federales pasadas y presentes. En su historial se cuentan desde el rechazo a partir de su anuncio, pasando por retrasos, sobreprecios, demandas, una clausura, múltiples quejas de ambientalistas, una pre inauguración sin estar terminada y desencuentros entre el presidente Andres Manuel López Obrador y el gobernador Enrique Alfaro Ramirez, quienes más tardan en fumar la pipa de la Paz que en volverse a confrontar por algún asunto que no termina de cuadrar, aunque en fechas recientes se han comprometido a dar continuidad a la obra para evitar que quede como un elefante blanco en la ciudad y de ahí que en el Paquete Económico para 2020 se incluya una bolsa de 120 millones adicionales para infraestructura y equipamiento al polémico proyecto.

Aun con todas las dificultades que ha tenido en el camino, hay proyecciones de que esta tercera línea podría terminarse este año aunque ciertamente parece difícil la tarea. Lo cierto es que han transcurrido 30 años y seguimos con las mismas dos líneas de Tren Eléctrico porque la Tercera sigue en veremos.

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@salvadorcosio1

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