La agencia internacional Moody’s Ratings alertó sobre los riesgos que enfrenta la economía mexicana debido a factores externos, en particular las políticas arancelarias de Estados Unidos y posibles impuestos a remesas, los cuales podrían afectar la calificación crediticia del país y su crecimiento futuro.
En una entrevista en el podcast Norte Económico, Renzo Merino, vicepresidente y analista para México de Moody’s, señaló que la calificación del país, ubicada en el nivel Baa2 con perspectiva negativa, podría verse amenazada por estos factores externos. Desde noviembre del año pasado, la agencia ha considerado que estos riesgos son fundamentales y podrían derivar en una eventual rebaja en la calificación crediticia.
Merino explicó que los aranceles impuestos por la administración del presidente Donald Trump han generado incertidumbre en los mercados, afectando particularmente las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos, su principal socio comercial. Además, advirtió que las decisiones en materia de política arancelaria han creado un entorno de inestabilidad que impacta las inversiones a largo plazo en México.
Respecto al crecimiento económico, la agencia estima que en 2024 el Producto Interno Bruto (PIB) podría registrar una expansión cercana a cero por ciento, reflejando un escenario de estancamiento impulsado por la incertidumbre externa y las políticas comerciales de Estados Unidos. Merino resaltó que, si bien el crecimiento será modesto en el corto plazo, es importante analizar las perspectivas para los próximos años.
En relación con las remesas, el analista indicó que estos flujos de dinero, que son especialmente relevantes para las economías centroamericanas y en menor medida para México, podrían verse afectados si se implementan nuevos impuestos en Estados Unidos, lo que agregaría otra capa de incertidumbre a las expectativas económicas del país.
Por su parte, instituciones financieras como BBVA México han ajustado a la baja sus pronósticos de crecimiento para 2025, anticipando una contracción de 0.4 por ciento, en medio de la incertidumbre tanto interna como externa. Sin embargo, proyectan una recuperación en 2026 con un crecimiento del 1.2 por ciento, cifra que coincide con las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), que prevé una caída del 0.3 por ciento en 2025 y un repunte del 1.4 por ciento en 2026.
Estos indicadores evidencian un escenario económico marcado por la vulnerabilidad ante las decisiones de política exterior de Estados Unidos y la necesidad de fortalecer las estrategias internas para mitigar los efectos de la incertidumbre global.