Por: Mtro. Alfredo Ceja.
El 12 de Diciembre de 2006 en los primeros días de la administración del entonces Presidente Felipe Calderón, sin duda es una fecha que ha pasado a la historia y hoy en día sigue generando controversia, pero ¿qué pasó ese día?, Felipe Calderón después de que durante su campaña se pronunció como el Presidente del empleo, al llegar a la Presidencia encontró una situación complicada en el tema de seguridad, por lo que decidió declarar la mal llamada “Guerra contra el Narcotráfico”. La semana pasada se cumplieron 10 años de ese anuncio, pero qué ha traído consigo?
Sin duda una de las acciones que en su momento fue criticada por algunos especialistas después de 10 años, sigue siendo controvertida y es la salida del Ejército Mexicano y la Marina Armada de México de los cuarteles para combatir al crimen organizado. Instituciones respetables y admiradas por muchos, pero que se han visto envueltas en hechos cuestionados por la violencia que han generado, en un combate frontal a los cárteles de la droga en México.
Fue hace unos meses cuando se habló de la falta de una Ley de Seguridad Interior que delimitara bien el actuar de cada institución en materia de seguridad en nuestro país, porque tenemos muchas corporaciones, muchas tareas pero poca organización y coordinación.
Debido a ello, en días pasados el Secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, habló fuerte acerca de las tareas constitucionales del Ejército Mexicano y dejó clara su postura en cuanto a que el Ejército no debe combatir a balazos al crimen organizado, ya que sus actividades son diferentes y no están entrenados para eso: “quieren que estemos en los cuarteles, adelante, yo sería el primero en levantar no una, las dos manos para que nos vayamos a hacer nuestras tareas constitucionales” y destacó “no nos sentimos a gusto, no estudiamos para perseguir delincuentes, nuestra función es otra y se está desnaturalizando”.
Aprovechando esa rueda de prensa, comentó que las fuerzas armadas requieren un marco legal que justifique y avale su actuar, es decir, mandó un mensaje a la Secretaría de Gobernación y sobre todo a los legisladores en el Senado de la República y en Cámara de Diputados para que se pongan a trabajar y legislen en la materia y exista una estrategia clara. Ante ello comentó “los soldados ya mejor piensan si le entran a enfrentar a los grupos delictivos con el riesgo de ir a la cárcel, acusados de violar derechos humanos o que sean procesados por desobedecer”.
Sin duda, el llamado del General Cienfuegos surtió efecto y días después el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, respondió en el marco del Encuentro Nacional de Procuración e Impartición de Justicia 2016 que “más allá del contexto, coincido plenamente con él. Nuestros soldados y marinos están para cumplir con una misión, para preservar la seguridad interior, para cuidar nuestra soberanía, y no necesariamente para hacerse cargo de tareas que en estricto sentido corresponden a policías investigadoras y procuradurías”, pero enfatizó que “en tanto logramos este propósito, quiero reconocer que no obstante no es la misión que tienen confiada, nuestras Fuerzas Armadas, con sentido del deber y gran institucionalidad, se han incorporado, han apoyado las labores de procuración y de la policía preventiva. Gracias a nuestras Fuerzas Armadas”, sin duda fue una respuesta política por parte del Presidente de la República, pero ambas posturas generaron movimiento en el Senado de la República y sí se pondrán a trabajar en la materia.
Sin duda fue un gran mensaje del General Cienfuegos, una solicitud poco negociable y que ha puesto a trabajar al Poder Legislativo, tal como lo comentó el Senador Ismael Hernández, miembro de la Comisión Bicameral de Seguridad Nacional y miembro de la Comisión de Seguridad del Senado de la República, que trabajarán en el análisis de la Ley de Seguridad Interior para lograr que antes de Navidad, esté listo el proyecto que busca establecer el marco jurídico para la actuación de las Fuerzas Armadas en su contribución al combate de la delincuencia organizada y el narcotráfico.
Habrá que esperar el trabajo en el Senado de la República y que las tareas queden estipuladas y vayan de acuerdo a los fines de las Fuerzas Armadas, se deberá legislar y dejar claras las tareas de cada una de las instituciones como el Ejército Mexicano, la Marina Armada de México, la Policía Federal con todas su divisiones como la Gendarmería Nacional que hasta el momento no ha sido aprovechada como se esperaba al inicio de la administración, pero sobre todo será necesario delimitar las facultades de cada uno de los órdenes de gobierno y dejar clara la diferencia entre Seguridad Nacional, Seguridad Interior y Seguridad Pública, partiendo de eso podremos tener buenos resultados.
