La Passiflora edulis, es una planta trepadora que crece en América Central y América del Sur. Su fruto es el maracuyá, también es conocido como «fruta de la pasión».Según un estudio colombiano divulgado este jueves, este fruto permitiría combatir el cáncer de colon en su primera fase.
«Mediante pruebas in vitro se observó que los extractos de la pulpa de esta fruta detienen la multiplicación e impulsan la muerte de las células que propician el cáncer de colon», indicó en un comunicado la Universidad Nacional (UN) de Colombia, que trabajó en conjunto con el Instituto Tecnológico Metropolitano de Medellín (ITM), la Universidad de Antioquia y Colciencias, el ente responsable de investigación en ciencia y tecnología en Colombia.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el de colon es el cuarto cáncer con más morbilidad y mortalidad en el mundo. En el 90 por ciento de los casos, esta enfermedad está vinculada a mala alimentación y consumo de tabaco y alcohol. Por este motivo es importante conocer el impacto de la alimentación en el tratamiento de la enfermedad.
La investigación también demostró que «en su mayoría», los extractos de la fruta favorecen la muerte de células dañinas. «El extracto acuoso, y sobre todo el etanólico, de la pulpa del maracuyá promueve la muerte de las células cancerígenas hasta en un 60 por ciento en el periodo inicial de la enfermedad, según indicaron las pruebas de viabilidad celular que se llevaron a cabo por 48 horas», dijo Valentina Ramírez, experta en biotecnología de la sede en Medellín de la UN. «Si no mata las células, impide que se multipliquen», explicó.
Según la científica, ya se había demostrado anteriormente el efecto anticancerígeno de la pulpa del maracuyá para otros tipos de cáncer, como el Carcinoma de Walker y la leucemia linfocítica aguda. Pero ahora, este estudio evidenció también su acción en las células del cáncer de colon.
Ramírez prevé realizar en un futuro más «pruebas ‘in vitro’ e ‘in vivo'» para caracterizar los compuestos del maracuyá. «La pulpa podría tener un potencial para diseñar herramientas terapéuticas en el futuro», señaló.
