La COVID-19 sigue expandiéndose en Florida, donde este martes se registró un alza de 3.286 casos nuevos, mientras que los Gobiernos locales buscan fórmulas más restrictivas para contener el número de infecciones a la espera de una estrategia estatal.
Según los últimos datos del Departamento de Salud de Florida, ya se han contagiado 103.503 personas, de las cuales 3.238 han fallecido. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, señaló que esta “verdadera explosión” de nuevos casos de coronavirus se ha dado sobre todo entre la población más joven, unos datos que “no son tan preocupantes” al haber aumentado los test y no ser población de riesgo.
“La mayoría se ha producido por el contacto comunitario entre los jóvenes de veinte y treinta años, algo que es natural conforme avanzamos. La población que es algo más mayor y vulnerable ha tenido un poco más de cuidado”, añadió DeSantis.
Las preocupaciones también tienen en el horizonte las próximas celebraciones por el Día de la Independencia. Aunque el 4 de julio caerá sábado, muchas empresas darán libre el viernes 3, lo que da pie a numerosas reuniones sociales y festividades. Además, Florida ha intentado reactivar el sector turístico, por lo que miles de personas podrían llegar al estado o moverse dentro de él para tomar un descanso.