Por si fuera poco, logró localizar al menos a 2.000 descendientes vivos que abarcan siete generaciones y reunir a más de 500 para una foto familiar.
El encuentro se produjo en la aldea de Shishe, en la provincia oriental de China de Zhejiang, durante las fiestas del Año Nuevo Chino. “El más viejo era 94, y el más joven tenía 4 años”, contó Ren a NBC News.
Como la familia está dispersa en la gigantesca China, Ren recibió ayuda de las comisarías locales y utilizó redes sociales como WeChat & QQ, las principales aplicaciones de mensajería de China, para localizar a sus parientes.
No fue tarea fácil: le tomó más de dos meses difundir la noticia sobre la reunión y conseguir que los parientes llegaran al pueblo durante las vacaciones lunares para la sesión de fotos.
Sus familiares viajaron desde Beijing, Shanghai, Xinjiang y Taiwán.
“Una de las razones de la reunión era entender a dónde nuestros descendientes se han extendido, donde han terminado y donde viven, para rendir cuentas a nuestros antepasados. Y otra razón era también permitir que los descendientes de todo el país conocieran sus raíces, de modo que donde quiera que vayan no olvidarán de dónde vienen”, dijo Ren a la agencia de noticias china Xinhua.
Él mismo pertenece a la generación 26 de Rens y su nombre significa “Reunión” en chino.
El fotógrafo contratado, Zhang Liangzong, colocó a los parientes frente a algunas formaciones de basalto cerca del pueblo “porque es un famoso lugar pintoresco local”, según contó a NBC News. Utilizó un altavoz para lograr que las personas se agruparan y desplegó un dron para captar la multitud.
Las fotos fueron difundidas ampliamente en los medios de comunicación nacionales y provocaron titulares como “¿Se conocen unos a otros?”.
También hubo bromas en Weibo, el Facebook de China. “¿Qué pasa si encuentran a alguien que les gusta en el grupo? ¿Pueden todavía casarse?”, preguntó un usuario.
