Por: Salvador Cosío Gaona
Es indudable que la marcha programada para el próximo 8 de marzo, “Día Internacional de la Mujer”, ha cobrado una inesperada fuerza junto con el anunciado paro nacional denominado “Un día sin mujeres”, ambos a propósito del impacto que tuvieron los recientes feminicidios de Ingrid Escamilla, y la niña Fátima, entre otros tantos registrados en diversas entidades y que en total suman al menos 265 en lo que va de 2020. Y ha sido tal el justificado enojo de la sociedad en general, que se espera una participación nunca antes vista para acompañar la causa.
Y aunque no pocos actores políticos se han querido proclamar como autores de la convocatoria, es justo reconocer que fue un grupo de activistas veracruzanas, “Brujas del Mar” a consecuencia del 7/72 (siete mujeres muertas en 72 horas) y el homicidio de Fátima, Karol y otras mujeres, que impulsaron el movimiento que se viralizó casi inmediatamente en redes sociales.
Las “Brujas del Mar” salieron a la luz en septiembre del año pasado. A ellas se han añadido colectivos como “Ni una menos”. También es oportuno mencionar que el paro no trata sobre actores políticos, “no se trata de derechas, ni izquierdas, ni arribas, ni abajos: Se trata de LAS MUJERES”, aclaró el grupo.
Si bien el denominado, “Un día sin mujeres”, no es una acción novedosa en el mundo, pues la primera vez que un movimiento de este tipo se llevó a cabo data del año 1975 en Islandia, ya otras naciones también lo han llevado a cabo, como fue el caso de Argentina, Polonia, más recientemente el país vecino del norte, los Estados Unidos de América, y ahora México, que sentará un precedente a través de esa protesta feminista que reclama derechos, que reprueba el machismo, que exige seguridad, que frenen los feminicidios, y la violencia de género.
Ellas han convocado a otras mujeres a un Paro Nacional de Mujeres para el próximo 9 de marzo, bajo la convocatoria: «El nueve nadie se mueve» o «Un día sin mujeres». Entre sus objetivos está dar una lección a nuestra sociedad no solo para demostrar la falta que hace su presencia en los diferentes sectores, sino como un llamado para hacerse escuchar y alzar la voz en medio de las múltiples denuncias por feminicidios, desapariciones y violencia que les toca padecer en todas sus variantes.
Como ya se mencionaba al principio, la lucha feminista por los derechos de las mujeres no es algo nuevo y, desde principios del siglo XIX, esta ideología ha cobrado mucha fuerza en diversos países del mundo.
En países como Islandia, Polonia o Argentina, las mujeres se han organizado para exigir sus derechos haciendo paros nacionales donde ellas no acuden al trabajo ni hacen alguna labor doméstica.
En México la idea tomó fuerza por la indignación que generaron los asesinatos de la niña Fátima y de Ingrid Escamilla, ambos perpetrados en Ciudad de México y con amplia difusión en los medios nacionales e incluso a escala internacional, de ahí que a través de los dos movimientos anunciados para marzo próximo, se esté exigiendo tomar acciones para frenar los feminicidios y en general los delitos contra mujeres en razón de género, como acoso, abuso, violaciones y discriminación, principalmente.
El movimiento ha recibido el visto bueno de prácticamente todos los sectores de la sociedad; en el ámbito nacional manifestaron su apoyo el Episcopado Mexicano, la Arquidiócesis Primada de México, la Canacintra, MC, PRI, PAN y PRD, así como la Cámara de Diputados y la de Senadores.
También expresaron su apoyo el Instituto Politécnico Nacional, la UNAM, el Tecnológico de Monterrey, la Universidad de Guadalajara, la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Otros son las universidades Veracruzana, la BUAP, Autónoma de Querétaro y la Tecnológica de Hermosillo.
El Consejo Coordinador Empresarial llamó a empresas a respetar a mujeres que decidan no trabajar el día 9 de marzo.
La Coparmex propuso acciones urgentes a favor de la igualdad de género tanto a nivel social, laboral, económico y empresarial.
Además, su presidente, Gustavo de Hoyos Walther, puso en Twitter: “El reclamo y la exigencia que a través del silencio se escuchará más fuerte que nunca en #UnDíaSinMujeres, es un llamado urgente al que todos, como sociedad, debemos atender”.
Por su parte, la Concanaco Servytur se solidarizó con las mujeres que decidan sumarse libremente al paro. Sin embargo, aclaró que no promoverá la actividad entre las empresas afiliadas en sus 256 Cámaras de Comercio y 650 delegaciones.
Su presidente, José Manuel López Campos, dijo que la Concanaco no puede promover paros laborales como forma de manifestación, pero respeta el derecho de expresión.
Arturo Zaldívar, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), dijo que todas las mujeres del Poder Judicial federal podrán sumarse al paro.
Igual manifestaron apoyo los gobernadores Silvano Aureoles, de Michoacán, Enrique Alfaro dr Jalisco y Claudia Pavlovich Arellano, de Sonora. También, la Secretaría federal de Salud y el Congreso de la Unión así como la Cámara de Senadores.
La secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, se unió a la causa “a título personal”, mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador ofreció que no habrá represalias para mujeres del Gobierno Federal que no acudan a trabajar.
Voces contrarias se difundieron con la etiqueta #UnDíaSinHombres. Sin embargo, fue duramente criticada y duró poco entre las tendencias.
También han surgido voces de que el proyecto en realidad es “impulsado” por grupos proabortistas, pero sin alguna fuente que lo compruebe.
Las mujeres marcharán el día 8 de marzo y al día siguiente pararán sus actividades para hacer visible su emoji, para reclama sus derechos, para reprobar el machismo, para exigir seguridad, que frenen los feminicidios, y la violencia de género.
En 2019 se registraron 976 feminicidios en el país.
Los cinco estados con más delitos relacionados con feminicidio en 2019 fueron Veracruz con 157, Estado de México con 122, Ciudad de México con 68, Nuevo León con 67 y Puebla con 58.
Cabe destacar que Veracruz, Estado de México y Nuevo León tienen Alerta por Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM), mientras que en la capital del país y en Puebla se ha presentado una declaratoria de emergencia.
Por si fuera poco, durante el año pasado se registraron 197 mil 693 llamadas de emergencia relacionadas con incidentes de violencia contra la mujer provenientes del Estado de México, Jalisco y la Ciudad de México.
Y todos sabemos que la culpa no era de ellas, ni dónde estaban ni cómo vestían.
Las víctimas no son las culpables.
@salvadorcosio1
