Desde la semana pasada hemos estado cubriendo en los medios informativos, el registro de precandidatos y sólo en algunos casos el de candidatos de unidad a diversos cargos públicos, salvo la excepción de wikipolítica que propone candidato ciudadano sin partido, los demás son chapulines, reciclados; lo mismo pues.
Es aquí donde llamo a que los que llegaron al puesto, léase Diputados Locales, federales o presidentes Municipales, sin terminar su tarea para la que hace poco menos de 3 años fueron elegidos sean congruentes y no traten de engañar a la gente. En el ejemplo que advierto a continuación detallo quizá la forma en que algunos, desde el poder, manejan y a la vez son manejados, como si la continuidad y la supervivencia fuera lo más indispensable.
El candidato que fue en la elección anterior – llámese como se llame – prometió a la población que bajaría el índice de inseguridad, oportunidades de trabajo, desarrollo social y obra pública; que acabaría con la corrupción y que tendría política de puertas abiertas. Cuando el reportero preguntaba al entonces buscador del voto quiénes serían sus Directores o secretarios, la respuesta era la misma: “tenemos los mejores perfiles y un equipo de trabajo que respaldan nuestras acciones…esto será otra cosa…” y sí… al tiempo en algunos municipios, la inseguridad cambió: a la alza los robos a transeúntes, autos, casas y negocios, remoción de los directores de la policía en algunos casos y la mayoría de los uniformados reprobados en el examen de control y confianza.
En el rubro de la corrupción, alcaldes que habían prometido como candidatos erradicarla, tuvieron que correr de sus filas a secretarios o Directores, desde padrón y licencias, obras públicas o mercados, la misma historia pero con distintos personajes.
Hoy, lamentablemente no hay nombres nuevos, y si les comenzamos a escuchar, seguramente encontraremos la misma fórmula desgastada, encontraremos en la Boleta los mismos perfiles que buscarán nuevamente el voto para seguir “vigentes” y “trabajando para el bien de la gente”.
Quizá una forma diferente, arriesgada y que pueda dar una pizca de confianza y credibilidad sería que el candidato mostrara su declaración patrimonial, que en actos públicos se haga acompañar de quienes formarían parte de su gabinete -en caso de que su fórmula ganara- que se prestara para debates y encuentros con sus adversarios, pues hasta donde tengo entendido todos buscan al final ayudar a la gente, al municipio o desde su curul gestionar para el distrito o el estado.
El distrito, el municipio, el estado necesita de verdaderos comprometidos – y no candidatos políticos- para poder hacer algo por nuestro entorno, gente que conozca realmente el estado económico por el que atravesamos, las deudas públicas, la solución al tema de la seguridad, que conozca y no proponga gastos en consultorías o estudios para la movilidad, que tenga idea siquiera de lo que es una administración pública. Hasta ahora, no los hay, no los he visto, no los conozco.
Mientras usted lee esto, seguramente el presidente municipal o ya renunció, pidió licencia o simplemente ya no está y es que se encuentra preparando su siguiente aparición en las pancartas, mantas o pendones, como aspirante a una diputación… pero y mientras?… qué será de su municipio?… porque el que entrará al “quite” seguramente sólo cuidará rancho, porque gobernar o administrar…lo que no hizo en 2 años, no lo terminará en el tercero, aún y con el gabinetazo de lujo.
Es ahí donde le invito a pensar, a razonar el futuro voto… el del 7 de Junio próximo. Si llegan a su puerta y le ve cara conocida, o nombre conocido, cuestiónele con respeto, y que le diga que hizo en favor de la gente, el impacto a mediano plazo que tuvo su pasar por un cargo público, es momento de que nuestro voto se ejerza en verdad con la consciencia de buscar el inicio de una reconstrucción en la historia Nacional, de que no seamos más víctimas de los mismos, y que entonces a los que por vez primera estarán en una casilla no vean promesas o candidatos en el momento de cruzar la boleta…vean a México.
