El gobierno de Estados Unidos manifestó su respaldo a la operación militar de Israel en la frontera con Siria, tras el derribo de un avión caza F-16 de la aviación israelí este sábado, y expresó su preocupación por la escalada de la violencia en esa región.
La administración del presidente Donald Trump acusó además al régimen de Irán de estar detrás de esta escalada de violencia, tras versiones de que el ataque de Israel fue motivado por el ingreso a su espacio aéreo de un dron de fabricación iraní, lo que fue negado por Teherán.
“Estados Unidos está profundamente preocupado por el escalamiento de violencia de este día sobre la frontera de Israel, y apoya fuertemente la decisión soberana de Israel de defenderse”, indicó la vocera del Departamento de Estado, Heather Nauert.
De igual modo, Nauert consideró que la actuación de Irán “para escalar la amenaza y sus ambiciones para proyectar poder y dominio, coloca en riesgo a todas las personas en la región, desde Yemen a Líbano”.
En un comunicado, la vocera puntualizó que Estados Unidos continuará confrontando “las malignas actividades de Irán en la región» e hizo un llamado al gobierno de Teherán para que evite realizar acciones que amenazan «la paz y la estabilidad”.
El primer ataque de Israel contra Siria se produjo después de que un helicóptero militar israelí derribó un dron controlado por fuerzas militares iraníes que operan en territorio sirio, y que según Tel Aviv ingresó a su espacio aéreo.
De acuerdo con reportes del ejército israelí, durante un segundo ataque, aviones de su fuerza aérea alcanzaron 12 objetivos en territorio sirio, incluidas tres baterías antiaéreas y cuatro «objetivos iraníes».
El ejército de Siria dijo haber repelido un segundo ataque aéreo de la aviación israelí cerca de la capital, Damasco, luego que la defensa antiaérea siria derribara esta mañana un avión de combate israelí F-16.
