La policía turca registró hoy una lujosa finca en la provincia de Yalova, propiedad de un saudita sospechoso de haber estado implicado en el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, en busca de los restos del comunicador, informó la fiscalía de Estambul.
“Se ha establecido que uno de los autores de la muerte de Khashoggi mantuvo una conversación telefónica con el propietario de la finca, situada en Yalola (noroeste del país), justo un día antes de la muerte del periodista”, dijo la fiscalía en un comunicado divulgado por el diario turco Hürriyet.
“Estimamos que en esa conversación hablaron de cómo eliminar o esconder el cuerpo de Khashoggi” en la finca, perteneciente a un hombre de negocios saudita, amigo del príncipe heredero, Mohamed bin Salman, indicó.
La policía empleó perros rastreadores, cámaras de alta resolución y drones para filmar el terreno y detectar si el suelo había sido excavado o no.
A mediados de octubre pasado, la policía turca extendió la búsqueda del cuerpo del periodista a la provincia de Yalova tras detectar que una de las furgonetas que salieron del consulado saudita en Estambul el día de la desaparición del informador se trasladó hacia ese lugar.
La Fiscalía turca ha confirmado que el cuerpo de Khashoggi, asesinado mediante asfixia, fue desmembrado para hacerlo desaparecer, por lo que ahora la investigación se centra en encontrar sus restos y en aclarar quién ordenó el asesinato.
Con anterioridad, la policía también ha llevado a cabo inspecciones en el consulado saudita en Estambul y en la residencia del cónsul, sin encontrar rastros del periodista, un crítico de la corona saudita.
Khashoggi, un columnista del diario The Washington Post, fue asesinado el pasado 2 de octubre dentro del consulado de su país en Estambul por agentes llegados de Riad, una muerte que, según el presidente Recep Tayyip Erdogan, fue ordenado por “el más alto nivel” del gobierno saudita.
