Varados en el sureste de México en plena pandemia, migrantes de Centroamérica, Suramérica y de África utilizan el bambú como materia prima para realizar artesanías y obras de arte, como parte de un programa de bienestar para personas vulnerables.
Son 300 migrantes originarios de Cuba, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Haití y el continente africano, según datos de la Secretaría de Bienestar del Gobierno de México, en su sede en el municipio de Tapachula, casi fronterizo con Guatemala.