EFE
Para los estadounidenses, «un elefante en la sala» equivale a un asunto que, por complicado, es mejor evitar. Y ese parece que será el destino, al menos de cara al público, de la migración centroamericana en la reunión que sostendrán el presidente de EE.UU., Donald Trump, y el de México, Andrés Manuel López Obrador, el próximo 8 de julio en Washington.
El eje de la cita será el nuevo tratado comercial entre México, EE.UU. y Canadá (T-MEC), que entró en vigor el pasado el 1 de julio, aunque, con 3.175 kilómetros de frontera común y miles de inmigrantes atravesando hacia territorio estadounidense, esta realidad difícilmente pasará desapercibida.