Un equipo de investigadores de la Universidad de Oxford Brookes (Reino Unido) ha empleado un método novedoso para evaluar la influencia de los juegos de fantasía entre los niños. Las conclusiones fueron presentadas en la conferencia anual de la Sociedad Británica de Psicología en la Sección de Psicología del Desarrollo.
Los expertos contaron con la participación de 70 niños de entre 4 y 8 años de edad con la intención de evaluar sus juegos: a) si fingían ser una persona del mundo real (por ejemplo, fingir ser un maestro/profesor), b) si jugaban a estar inmersos en acontecimientos improbables en su realidad (por ejemplo, enfrentarse a un león y salir airoso o ir a la escuela en helicóptero) o c) jugando a protagonizar situaciones imposibles (por ejemplo, ir a una escuela para magos o jugar con un elfo).
“Un creciente cuerpo de investigación está investigando la influencia de los niños que participan en juegos de fantasía en su desarrollo. Queríamos probar si estos niños son más creativos. Esto se debe a que, teóricamente, jugar en mundos imaginarios requiere imaginación para concebir el mundo de manera diferente a su realidad actual, que también es necesario para pensar de forma creativa”, explica Louise Bunce, líder del trabajo.
Así mismo, tras acabar este examen sobre sus fantasías, los niños realizaron varias tareas creativas. Todo ello fue calificado por dos jueces según su nivel de creatividad. Tal y como los investigadores esperaban, el análisis reveló que los niños que informaron de un mayor nivel de fantasía en el juego, también recibieron mayores puntuaciones de creatividad en las tres tareas llevadas a cabo, aunque los resultados fueron más fuertes en las dos primeras tareas que en la tarea de dibujo.
“Los resultados proporcionan la evidencia de que involucrarse en juegos que implican imaginar escenarios cada vez menos realistas está asociado a un pensamiento más creativo, aunque por el momento no conocemos la dirección de esta relación”, aclara Bounce.
