Está más que confirmado que Sergio Bueno ya le tiene bien tomada la medida al León, y es que este miércoles, en su regreso a la dirección técnica de los Jaguares de Chiapas, sacó el empate del Nou Camp en un partido que para muchos no resultó atractivo, con algo de polémica arbitral, y en donde sacó un punto importante, que también significa el alargue de la racha positiva de Javier Torrente.
Un trámite con ritmo semilento fue el observado durante el primer lapso, un duelo de estrategias fiel al estilo del nuevo timonel de Chiapas. Algunas ocasiones se presentaron, sobre todo del lado de la Fiera, sin embargo no se concretaban. Fueron 25 minutos de estudio puro entre ambos; ya después vino lo interesante.
Pasada la media hora, ‘el Chapo’ Montes le pegó desde lejos a la redonda y la estrelló en el travesaño, superando completamente al arquero. Fue la primera de gol que dejó con el grito a secas a la gente que no se encontraba tan ‘encendida’ pero que sí realizó una buena entrada. Minutos más tarde, al 38’, Germán Cano se perdió una clarísima al rematar desviado desde el punto penal, solo y sin marca, luego de una excelente jugada individual de Mauro Boselli.
Con un disparo más de Elías Hernández que fue tapado por el guardameta, la primera mitad llegó a su fin dejando silencio en la tribuna, que si bien no era incómodo, sí indicaba cierta inconformidad dado que el local pudo haberse ido al descanso con ventaja en la pizarra.
Para el complemento, nuevamente Luis Montes apareció con un remate, ahora al límite del área chica, que fue tapado de manera espectacular por Liborio Sánchez, quien prácticamente le quitó la anotación al rival con una gran atajada. Parecía que el dominio esmeralda se comenzaría a notar a partir de esto, sin embargo el trámite continuaba con la misma sintonía.
Para el 68’, los Esmeraldas pegaron de nuevo y pusieron el esférico en el larguero, ahora tras de un cabezazo por parte de Mauro Boselli. Después, las modificaciones en el parado y la polémica arbitral comenzaron a detonar en el encuentro, y es que la afición se mostraba inconforme ante algunas marcaciones del central que parecían erróneas.
El tiempo se consumía y ninguno de los dos conjuntos encontraba por dónde poder meter el balón a las redes enemigas, aunque los intentos, sin mucha intensidad, persistían y ponían de nervios a más de alguno. No hubo para más y, a pesar de que el cuadro verde intentó más sobre la recta final del cotejo, el ‘par de roscas’ se mantuvo en el luminoso y los dos se fueron con un punto. Un resultado poco más amargo para la escuadra que dirige Javier Torrente.
