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Desazolve #TRATOSyPANTALLAS

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Por: Salvador Cosío Gaona

Por quedar bien con la opinión pública nacional e internacional, queriendo mostrar imagen de progresismo, se han armado tratos comerciales que por su falta de utilidad han sido solamente pantalla para lucimiento de quienes los han impulsado y quedar así en las estadísticas anotado el que se ha trabajado mucho para hacer de México un país con alta interacción comercial internacional, mas la realidad es otra.

México tiene muchos acuerdos bilaterales y multilaterales de libre comercio pero realmente han sido poco útiles; son 12 los tratados de libre comercio que tiene nuestro país y es el segundo del orbe que más ha buscado diversificación de sus mercados en razón de su potencial fabril y exportador, más los resultados no han sido correspondientes al esfuerzo desplegado para ampliar el comercio internacional, ya que pese al entramado de los diversos pactos, que involucran a 46 naciones de todo el mundo, entre ellos varios de los más consolidados económicamente, ocho de cada 10 dólares que México recibe anualmente por sus exportaciones siguen actualmente dependiendo de Los Estados Unidos de América y el restante 90% está vinculado a solo otras 7 naciones, que aparte de Canadá, son prácticamente todas europeas.

Es claro el que nuestro país no ha utilizado los tratados comerciales firmados tanto como podría haberlo hecho y por más que la relación comercial entre México y el vecino país del norte es necesaria y quizá hasta “irrompible”, resulta necesario revertir la elevada dependencia actual hacia dicha poderosa nación vecina.

Para lograr que la Nación deje a un lado la casi absoluta dependencia comercial internacional con los Estados Unidos de América, debe enfocarse hacia Brasil y Argentina ya que existe un alto grado de complementariedad con ambas naciones con una potencialidad altísima, pues el nuestro es el país de Latinoamérica con mayor trama y engranaje industrial, de ahí que tenga toda la posibilidad de imponer su liderazgo comercial.

Los motivos por los que los tratados de libre comercio no han resultado lo positivo que deberían haber sido son varios y diversos, como podría ser el costo de transporte además del problema de falta de capacidad para el manejo aduanero eficaz, así como también la falta de información y capacitación para los productores en cuanto a las mecánicas de los distintos acuerdos, además de la costumbre y la pasividad, ya que se prefiere seguir intentando incidir solamente en el mercado más cercano sin advertir las posibilidades de otros que aún siendo menos próximos podrían ser de igual o mayor potencial, como centro y Sudamérica , los paises europeos y Asia.

De entre esos 12 tratados comerciales con otros países, hay algunos con naciones con gran potencial de intercambio comercial bilateral como Japón, Uruguay, Israel o Chile, entre otros, y que no han sido debidamente aprovechados, debido a que las exportaciones mexicanas se han centrado primordialmente en Estados Unidos y en menor medida en Canadá.

Ante una eventual cancelación o modificación drástica del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), México debería procurar reforzar sus acuerdos comerciales con otros países de Asia, Europa y quizá especialmente con los del sur de América o sea Chile, Brasil, Argentina, Colombia y Perú.

Además de los ya señalados 12 tratados comerciales de libre comercio que tiene México con alcance a 46 países, existen 32 Acuerdos para la Promoción y Protección Recíproca de las Inversiones con 33 países y 9 acuerdos de alcance limitado.

Los principales tratados comerciales incluyen a Colombia, Chile, Israel, la Unión Europea, Noruega, Islandia, Uruguay, Japón, Perú, Centroamérica, Panamá y Alianza del Pacífico.

Desde el inicio de este sexenio, la propia Secretaría de Economía hizo un análisis sobre el impacto de los tratados comerciales y reconoció que no han sido aprovechados bajo todo su potencial, de acuerdo con el documento “Programa de Desarrollo Innovador 2013-2018”, en donde la dependencia enlistó una serie de tratados y los clasificó de acuerdo a su desempeño al cierre de 2012. En tanto el TLCAN fue catalogado como “estratégico” en materia comercial y como generador de inversiones, Chile fue catalogado como “bueno” en el aspecto comercial y “medio” en cuanto a la generación de inversión extranjera directa (IED).

Colombia y Centroamérica fueron catalogados como “sobresalientes” en comercio y “regulares” en la IED. Israel y la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC) tienen niveles “bajos” en materia comercial, mientras que Uruguay está catalogado como “incipiente con potencial”. Ninguno de ellos tiene la clasificación de “estratégico” que tiene el TLCAN.

Además de buscar nuevos mercados corresponde a las autoridades mexicanas fomentar el conocimiento y mayor utilización de los otros diversos acuerdos comerciales, aún es tiempo para que el gobierno federal mexicano reaccione y seguramente será el empuje del sector industrial, especialmente el que sabe la importancia del potencial exportador, lo que hará que se genere esa reacción.

Cualquier cosa que finalmente ocurra con el TLCAN va a impactar a México y haría bien el gobierno federal mexicano en adelantarse para contar con un plan de soporte. Sea que solo lo lleguen a remodelar levemente, sufra una drástica transformación o incluso pueda llegar a desaparecer, que aunque resulte complejo e inconveniente para los tres socios, es una posibilidad aún sea lejana, porque el temperamento y locuacidad del Presidente de Los Estados Unidos de América así lo prohíje, es menester exigir a la autoridades federales mexicanas un plan de contingencia, por más que también sea clave el trabajo de los gobiernos estatales y el empuje del propio sector industrial.

Desde el año 1994 en que entró en vigor el TLCAN, México se centró en el comercio con sus socios de América del Norte, donde el 80 por ciento de sus exportaciones están dirigidas hacia Estados Unidos y
esta situación ha provocado una alta dependencia del comercio con la unión americana y por ende, tal y como ya se ha dicho, nuestra relación comercial internacional está desbalaceada, y basta apreciar: de enero a octubre de 2016, el valor de las exportaciones totales de México con la región de Norteamérica fue de 256 mil 730.9 millones de dólares y para Estados Unidos de América fue un monto de 248 mil millones y a Canadá solamente 8.6 mil millones de dólares, en cambio, las exportaciones con Chile fueron de mil 463 millones; con la Unión Europea, 15 mil 749 millones; Japón 3 mil 99 millones; China 4 mil 225 millones; Brasil 2 mil 439.4 millones; y Noruega solamente 39.3 millones de dólares, debiendo observarse que todos esos países no suman siquiera el 50 por ciento de las exportaciones hacia las naciones de Norteamérica, todo ello de acuerdo con datos de la Secretaría de Economía, de ahí que se insista en que es
imperativo diversificar el destino de las exportaciones nacionales hacia países que presenten un dinamismo económico importante.

Es de reiterar que la situación actual de la economía global, caracterizada por bajas tasas de crecimiento de las economías desarrolladas comparadas con las de países en desarrollo, representa un reto para el país en revertir la focalización de su comercio internacional y aprovechar de mejor forma los tratados y acuerdos comerciales con los que México cuenta.

México no ha aprovechado el potencial de su planta productiva y los diversos acuerdos comerciales para insertarse en las cadenas globales de valor, existen muchos tratados y acuerdos que no han sido explotados a su máximo potencial, pues las actividades de comercio no se han incrementado como se esperaba.

Ante el peligro de una eventual cancelación del TLCAN, México anunció recientemente que buscará actualizar otros tratados comerciales, por lo que se han llevado a cabo reuniones con la Comisión Administradora del Tratado de Libre Comercio México–Centroamérica, en el Ministerio de Comercio Exterior en San José, Costa Rica. Durante el período 2006-2015, el comercio total generado por el Tratado de Libre Comercio México-Centroamérica se ha incrementado en más de 68 por ciento, al pasar de 4 mil 165 millones de dólares a 7 mil 29 millones, con una tasa de crecimiento promedio anual de 6 por ciento. En 2015, México obtuvo un saldo superavitario de 2 mil 804 millones de dólares, según la Secretaría de Economía.

Aunque es una reacción tardía, se sabe que el Presidente Enrique Peña Nieto ordenó a esa dependencia que busque tratados bilaterales con Australia, Brunei, Malasia, Nueva Zelanda, Singapur y Vietnam, a fin de diversificar sus opciones de comercio y ampliar sus relaciones, de hecho el titular Ildefonso Guajardo ha dicho: “El Presidente ya me dio la instrucción para que convierta el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) en acuerdos bilaterales con todos los países con los que no tenemos convenios de libre comercio”, ojalá se actúe rápidamente antes que llegue el problema y afecte más aún a nuestra endeble economía.

Históricamente México ha sido Líder de la región centro y Sudamérica, lo que se perdió gradualmente desde los gobiernos a cargo de los panistas Vicente Fox Quezada y Felipe Calderón Hinojosa, por más que poco al respecto se ha hecho en el gobierno actual. Es tiempo de retomar la senda y voltear de nuevo a ver hacia el centro y Sur de nuestro Continente además de poner con mayor enfoque la mira en la relación comercial con las naciones de Europa y Asia.
@salvadorcosio1
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