Por: Salvador Cosío Gaona
Las aulas escolares son espacios donde mayor tiempo convive la comunidad infantil y juvenil, siendo este un ciberespacio en el cual se han multiplicado los casos de acoso, por medio de las redes sociales.
Esta comunidad se encuentra en mayor riesgo de sufrir abuso escolar, en especial aquellos que por su forma de comportarse, de relacionarse y hasta de convivir, muestran un comportamiento retraído. El acoso es un acto repetido y sistemático a lo largo del tiempo sobre una sola persona, a quien se le aísla mientras la agresión continúa cada vez en mayor grado, provocando que quien lo sufre viva en un ambiente hostil e inseguro, puesto que percibe que su integridad se encuentra en riesgo ante una amenaza colectiva.
El tema no es menor: en septiembre de 2015 México ocupó el primer lugar a nivel internacional en casos de bullying con un total de 18 millones 781 mil 875 casos (Tinoco, 2015).
Considerado como un sector vulnerable, se han llevado a cabo esfuerzos internacionales tan importantes como la aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño, por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989.
México ratifica esta Convención el 21 de septiembre de 1990, con lo cual se compromete a asegurar la aplicación de sus lineamientos en beneficio de todo niño o niña que se encuentre bajo su jurisdicción, sin dejar de señalar que los adolescentes son sujetos de los derecho de acuerdo con dichas reglas.
En el Plan Nacional de Desarrollo se indica, fortalecer al Estado y garantizar la paz que se hará frente a la violencia contra los niños, niñas y adolescentes para asegurar una participación de todos los sectores responsables de su prevención, atención, monitoreo y evaluación. Los casos de acoso escolar han aumentado y la autoridad educativa federal intervino por medio de un convenio de coordinación entre las 31 entidades federativas.
La Secretaría de Educación Pública, con la finalidad de fortalecer mecanismos de alerta temprana, incorporó en sus páginas de internet institucionales vínculos para denuncias; fomentar redes para la prevención y atención; protocolos de actuación para directores, maestros, alumnos y padres de familia.
En este contexto, el Partido Verde presentó una iniciativa que tiene por objeto facultar a las autoridades educativas federales y locales para prevenir y denunciar actos de abuso escolar por medio de las tecnologías de la información y comunicación (TIC).
Frente a este mismo problema, los senadores del PVEM, observaron la necesidad de implementar en las escuelas programas de prevención y atención a esta situación, para fomentar la convivencia en los salones de clases. Además de que maestros y padres de familia se mantengan al pendiente del comportamiento y el estado emocional de los niños y jóvenes.
El bullying debe tratarse con la mayor seriedad, dado que puede afectar el desarrollo de los estudiantes y dañar su autoestima, pueden surgir a su vez, problemas de depresión y sentirse desmotivados para ir a la escuela, situación que en algunos casos puede conducirlos incluso al suicidio.
Los casos de bullying en niños y jóvenes han aumentado a nivel mundial, y México es uno de los que más problemas de ese tipo presenta; en un reporte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, 20 por ciento de los estudiantes en este país declaró sufrir acoso escolar algunas veces al mes, mientras que el 13 por ciento dijo ser objeto de burlas.
Las escuelas deben contar con dicho programa para promover la convivencia en las aulas, porque es importante que los niños y jóvenes se sientan seguros, contentos y motivados dentro de sus salones de clases. Eso ayudará a que tengan mejor desempeño, seguridad en sí mismos y sobre todo, permitirá disminuir los casos de bullying que colocan a México en primer lugar ante este problema.
@salvadorcosio1
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