La iniciativa fue presentada por el Senador Jalisciense Jesús Casillas Romero y aprobada este día de manera unánime en el Senado de la República. Busca ofrecer a una disciplina, como lo es la Lucha Libre, una fecha en el calendario que permita a todos aquellos que la practican, promueven, difunden y viven día a día la adrenalina del pancracio nacional, consolidar a esta especialidad deportiva como parte del patrimonio intangible, popular y cultural de la sociedad mexicana.
La lucha profesional mexicana es uno de los deportes más emblemáticos de México, y a diferencia de la lucha libre que se practica en otros países, ésta es considerada por la gran mayoría de especialistas como un arte, un espectáculo y una verdadera fiesta en la que se conjugan los elementos míticos, simbólicos y hasta lingüísticos que representan ese folclor mexicano.
Al intervenir al favor del dictamen Jesús Casillas explicó que con la declaración del día Nacional de la Lucha Libre se podrá reconocer a quien ha hecho historia en esta actividad y a quienes en el futuro habrán de hacerlo.
Agradeció a las comisiones dictaminadoras y a los integrantes de la Comisión de Juventud y Deporte, que fueron sensibles al planteamiento que hicieron no solamente los luchadores, sino también los aficionados a este deporte.
Varios Senadores se sumaron al posicionamiento a favor del dictamen como Zoé Robledo quién definió a la lucha libre mexicana como “expresión de lo que es ser mexicano”; mientras que la Senadora Ana Gabriela Guevara, la describió como “una actividad que distingue a México fuera de nuestro territorio nacional”.
El Senador Daniel Ávila Ruiz dijo que el declarar un Día de la Lucha Libre es muestra del reconocimiento de los poderes públicos y la Senadora Mariana Gómez del Campo celebró que con este dictamen de reconozca a la citada disciplina.
La Lucha Libre ha sido uno de los pasatiempos más populares de nuestro país, siendo un espectáculo que se encuentra arraigado en la historia, en la cultura y en las tradiciones de los mexicanos.
Este deporte nacional, se concibe en la actualidad como una disciplina formativa que va más allá de la preparación física formal, pues su práctica cotidiana constituye un proceso de aprendizaje permanente que promueve la disciplina técnica, la salud corporal, la habilidad física, la versatilidad y la adaptabilidad mediante prácticas imaginativas y creativas que estimulan la autodisciplina, la coordinación y el trabajo en equipo.
También representa toda una actividad generadora de una industria económica en el ámbito comercial y turístico capaz de permitir a una gran número de familias nacionales, el obtener un ingreso seguro.
Una verdadera representación de las fuerzas del poder entre el bien y el mal, cuando los luchadores técnicos encarnan al héroe que representa lo bueno y lo correcto, y por otro lado, los rudos, que representan la traición, la cobardía y los valores antisociales.
Al singular llaveo, las acrobacias, reglas y el folclor mexicano, se le han adicionado las técnicas generales de la lucha libre, la han llevado a tener un espacio distintivo a la lucha de otros países, con una caracterización y creación de personajes, hasta por así decirlo, mitológicos, de la cultura popular nacional.
Héroes que llegaron incluso hasta a formar parte de películas, de las más representativas por cierto del cine mexicano, como el Santo, el Cavernario, Blue Demon, el Doctor, el Buldog, entre otros luchadores, al Tinieblas, al Rayo de Jalisco, pero también hay que recordar que hay mujeres que también se dedican a esta actividad, luchadoras que entre otras, Martha Villalobos, Toña la Tapatía, o la Jarochita Romero.
Consolidando la idea de que La Lucha libre es de gran aporte a las diversas manifestaciones de la cultura nacional, a través del cine, radio, televisión, revistas e historietas, además de lo relativo a las máscaras, capas, rituales y gritos de su desarrollo del deporte espectáculo.