El Consejo Constitucional de Francia deberá debatir y ratificar la Ley Antidisturbios luego que ambas cámaras del Parlamento aprobaron la iniciativa impulsada por el gobierno tras los actos violentos ocurridos durante las manifestaciones de los llamados “chalecos amarillos”.
El Consejo analizará una de las leyes más controversiales que ha confrontado las posturas de legisladores y políticos de derecha e izquierda, para definir si borra o modifica las disposiciones más cuestionadas, difundió la agencia francesa rfi.
El proyecto de ley se planteó en un inicio contra los «black blocs», activistas anarquistas vestidos de negro que actúan de forma violenta durante las manifestaciones, pero en enero, el gobierno francés decidió modificarlo después de las protestas de los “chalecos amarillos”, quienes rechazan las políticas económicas y sociales del presidente Emmanuel Macron.
En un largo debate, la Cámara Alta aprobó la víspera con 210 votos a favor y 115 en contra el proyecto de ley que otorga amplios poderes a la policía para controlar los disturbios.
En febrero el procedimiento legislativo de dicha ley fue avalado en la Cámara Baja con una votación de 387 sufragios a favor y 92 en contra, decisión vista por los críticos, como una “medida para limitar las protestas sociales”.
El proyecto de ley establece poderes a la Policía para arrestar a los manifestantes que considere agresivos y permite a las autoridades locales prohibir que manifestantes individuales participen en las mismas protestas.
El gobierno francés insiste en que la legislación permitirá distinguir entre manifestantes respetuosos de la ley y disturbios violentos, al mismo tiempo que protege tanto a los agentes de la ley como a los manifestantes del movimiento social “chalecos amarillos”.
Al respecto, el Ministro del Interior, Christophe Castaner, aseguró que la ley no es una decisión arbitraria y pretende proteger a los ciudadanos. “La justicia sigue siendo el último garante de las libertades”, enfatizó.
El defensor de los Derechos Humanos, Jacques Toubon se mostró poco convencido por considerar que esta ley parece contradecir los derechos de los principios constitucionales.
La ley se remitió al Consejo Constitucional, encargado de garantizar que ninguno de sus puntos viole la Constitución.
El movimiento de los “chalecos amarillos” inició hace cuatro meses sus movilizaciones por el rechazo al alza de los combustibles y conforme avanzaron sus protestas que cada sábado realizan en la capital París y otras ciudades, los inconformes han sumado más críticas contra las políticas económicas y sociales del presidente Macron.
A pesar de que en las últimas semanas ha bajado la asistencia a las concentraciones, los “chalecos amarillos” aseguran que su movimiento sigue en “buena forma”, en vísperas del fin del «gran debate nacional» convocado por Macron para escuchar los problemas de las regiones y aportar soluciones políticas.
Para el cierre de esa consulta inédita, los “chalecos amarillos” han comenzado a convocar a una gran manifestación el próximo sábado 16 de marzo.
