China se opone firmemente a que Estados Unidos difame a la parte china sobre cuestiones de ciberseguridad y acuse a dos ciudadanos chinos citando el llamado «ciberespionaje», manifestó este viernes una portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores.
En una declaración, la vocera Hua Chunying calificó que las medidas de Estados Unidos son de naturaleza agresiva, violan severamente las normas básicas que gobiernan las relaciones internacionales y dañan la cooperación entre los dos países.
«China se opone resueltamente a tales acusaciones y ha presentado solemnes gestiones ante el lado estadunidense», destacó Hua, reportó la agencia china de noticias Xinhua.
‘Desde hace mucho tiempo es un secreto a voces que las agencias federales de Estados Unidos piratearon y vigilaron a gobiernos, compañías e individuos extranjeros’, afirmó Hua.
La portavoz advirtió que China no tolerará más críticas injustificadas por supuesto robo cibernético, ni de la Casa Blanca ni de otras potencias que la secundan, como Reino Unido.
Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda se unieron a los Estados Unidos para criticar a China por lo que llamaron una campaña mundial de robo de propiedad intelectual comercial con acceso a Internet, lo que indica una creciente coordinación mundial contra la práctica.
«Instamos a la parte estadunidense a que corrija de inmediato estas acusaciones difamatorias, las cuales violan de forma severa las normas básicas que rigen las relaciones internacionales y que son seriamente perjudiciales para las relaciones bilaterales», comentó Hua.
China ha presentado una queja formal a Estados Unidos por esta cuestión, según la nota, que añade que el país asiático «tomará las medidas necesarias» para salvaguardar su propia seguridad cibernética e intereses.
«Estados Unidos debe retirar los cargos contra estas dos personas lo antes posible», requirió Hua, y aseguró que China «es un defensor acérrimo de la ciberseguridad» que «nunca ha participado ni apoyado a nadie de ninguna manera para robar secretos comerciales».
La justicia estadunidense acusó a los ciudadanos chinos Zhu Hua y Zhang Shilong de conspirar con funcionarios de seguridad del gigante asiático para infiltrar y apropiarse de datos confidenciales de 45 empresas y agencias gubernamentales de Estados Unidos, así como a una docena de firmas extranjeras.
De acuerdo con las autoridades estadunidenses, un grupo de hackers chinos conocido como APT 10 llevó a cabo ciberataques a firmas e instituciones gubernamentales de todo el mundo entre 2006 y 2018.
Dos miembros del grupo colaboraban con el Ministerio de Seguridad Nacional del gigante asiático y robaron información confidencial para una compañía de desarrollo tecnológico y científico con base en la ciudad china de Tianjin, indicaron.
Según el Departamento de Justicia, el grupo obtuvo cientos de gigabytes de información y explicaron que las empresas que sufrieron los ataques cibernéticos pertenecen a una amplia gama de industrias, como las de aviación, espacio exterior, energía, biotecnología y manufactura.
El vicefiscal general Rod Rosenstein señaló que en 2015 China se había comprometido a no robar secretos comerciales a través de ciberataques, pero «las pruebas indican que China podría no tener intenciones de cumplir su promesa».
Rosenstein manifestó que el daño ocasionado por los robos es significativo en 10 sectores a los que el gobierno de Beijing da prioridad como parte de su programa del fomento de industrias denominado «Hecho en China 2025».
