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Café Sonoro – Sonidos Curativos

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Por: Carlos Carrizales

Tengo el convencimiento que la música tiene poderes curativos: recuerdo en cierta ocasión que tenía 16 años y tras una discusión con mis padres (por separado ya que nunca viví con ellos juntos), llegó a mis oídos una canción de Pearl Jam que juro fue la que salvó mi vida: tenía exactamente las frases que me habría gustado expresarle a mi padre en ese momento y hasta la fecha, esa canción, Release, es uno de mis principales himnos cuando siento que todo se está yendo al carajo.

Si bien es cierto que en lo personal detesto las canciones que son muy alegres ya que considero falso el optimismo que pregonan (por ejemplo Color esperanza de Diego y prácticamente todo lo que ha hecho Coldplay desde el tercer disco), no puedo negar que puede influir tanto en nuestro humor a tal grado que logra cambiarnos la perspectiva según el momento.

Tras la charla con mi buen amigo Sergio hace unos días, quien por cierto está viviendo una situación personal tanto valiente como frustrante, llegamos a la conclusión que no solo es el ánimo lo que se modifica cuando escuchamos un artista o género que nos gusta, sino también incluso sirve para sobrellevar una enfermedad, incluso, hay testimonios que juran que una persona en estado de coma despertó con alguna canción y hasta algunos médicos recomendaron algunas -Entre ellas están (I can’t get no) Satisfaction de los Rolling Stones, Angels de Robin Williams y hasta American idiot de Green Day-.

Aunque también, hay anécdotas tristes en las que la música no podía hacer algo por el paciente más allá de una compañía en la inconsciencia: en 1990, Andy Wood, cantante de la banda de Seattle, Mother Love Bone, que ayudó a formar el movimiento grunge, tuvo una sobredosis de heroína que lo dejó en coma, por lo que su promisoria carrera terminó así de abruptamente. Su familia decidió desconectarlo debido a que los pronósticos no eran favorables, pero antes de hacerlo, en unas bocinas sonaba A night at the opera de Queen, uno de sus álbumes favoritos.

Lo que también hay que subrayar es que no podemos dejarle todo a la música: el trabajo de sanar completamente ya es algo personal y es un proceso que tiene que abordarse de una manera responsable: tener conciencia que si actuamos o no, traerá consecuencias en nuestro ánimo y salud mental.

Todos tenemos un mal día y la sensación de este persiste más que uno bueno, ya que nos saca un poco de la rutina: recordamos más el efecto de un golpe que el de una caricia por el simple hecho que pareciera que el dolor dura más en la memoria del cuerpo, sin embargo, pese a tener un mal día, mal mes, mal año, eso no determina el resto de nuestra vida, sino que todo esto, nos ayuda a forjar nuestra personalidad y nos vuelve un poco más sabios… y si este proceso lo vives mientras escuchas a tu grupo o disco favorito, mucho mejor.

Hasta la próxima canción.

Recomendación musical de la semana: 

 Artista: Ed Sheran

Canción: Save myself

 Álbum: Divide

 Género/Estilo: Pop/ folk

 Año: 2017

Enlace: https://open.spotify.com/track/6TIU9Ehmi6dMzZK73Ym4yj?si=6H45DAb9QvyU3l3XFtnlKQ&utm_source=copy-link

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Periodista, resignado Atlista, enamorado de mi ciudad y de mi Estado. De L a V en punto de las 7am al aire @1070noticias http://bit.ly/oYJFU2