Durante su conferencia matutina de Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador llamó un “bodrio” el informe del Departamento de Estado de los EE.UU. sobre derechos humanos sobre México. El presidente minimizó el documento, mencionando que lo llevó a cabo un “departamentito”.
“Ayer estuvo de visita el secretario (John) Kerry, una persona de primera, estuvieron hace poco legisladores republicanos y demócratas, también muy respetuosos de la soberanía de México, sin embargo en el Departamento de Estado no cambian, es una política añeja, anacrónica, de querer meterse en la vida pública de otros países, ¿con qué derecho?”, mencionó.
“Es una violación flagrante al derecho internacional, ¿por qué tiene que intervenir? Pero además es un departamentito, dentro del Departamento de Estado que protege al conservadurismo de América Latina, del Caribe y del mundo, esa es su función. Por eso ahí van, como era antes, como fueron a buscar a Maximiliano, cuando el movimiento de Reforma, y ahora allá van todos a presentar sus quejas”, agregó el presidente.
López Obrador aseguró que en el país ya no hay masacres ni que el Estado es el principal violador de derechos humanos, como ocurría en Gobiernos pasados.
Asimismo, el jefe del Ejecutivo federal mexicano se refirió el reporte anual sobre derechos humanos del Departamento de Estado para entregar al Congreso y donde se denuncian “altos niveles de impunidad” en el país, acusando a fuerzas de seguridad de todos los niveles de asesinatos extrajudiciales, desaparición forzada y arrestos arbitrarios. Además, señala al presidente por “desacreditar” a periodistas y organizaciones en sus conferencias diarias.
