Afganistán inició este jueves un alto el fuego de tres días declarado los talibanes y secundado por el Gobierno con motivo del final del mes sagrado de Ramadán, en una jornada en la que murieron al menos diez personas en varias explosiones de artefactos improvisados.
Millones de afganos, incluidos funcionarios del Gobierno, miembros de las fuerzas de seguridad y talibanes, inauguraron una mañana pacífica por primera vez en meses.