Gaza se levantó hoy tras una larga noche de intensos bombardeos, con la población recluida en sus casas ante los ataques de represalia israelíes, entre cientos de inmuebles destruidos o dañados y escombros que se amontonan con el intercambio de fuego entre las milicias palestinas e Israel, que ha causado ya 83 muertos.
En la peor escalada de violencia en siete años, la ruina entre las calles del enclave comienza a recordar cada vez más a las imágenes de las anteriores guerras de 2008, 2012 y 2014, los últimos conflictos de gran dimensión con Israel que extendieron destrucción en la franja.