Conocida en el imaginario colectivo como «el fin del mundo», la Antártida es a día de hoy el termómetro de la Tierra: un vasto territorio helado en el que los científicos investigan los efectos que produce el cambio climático y que tendrán consecuencias por todo el planeta.
A pesar de su lejanía, que obliga a los visitantes de la Isla Rey Jorge, la más cercana a Chile, a viajar dos horas en avión desde la austral ciudad de Punta Arenas y a celebrar la navidad en verano bajo un cielo casi perpetuamente iluminado, la influencia del «continente blanco» abarca fenómenos naturales en otras parte del globo que ni siquiera alcanzamos a imaginar.