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Trump se divierte mientras amaga a Irán

Por: Salvador Cosío Gsona

Soberbio como es, el presidente de los Estados Unidos de América del Norte, Donald Trump, quien el lunes pasado impuso sanciones contra el líder supremo iraní Alí Khamenei, y ya antes había amagado con un ataque a Irán, presumió que un conflicto militar con ese país no se extendería mucho. Sin embargo, también con anterioridad tuvo que recular cuando ya había dado la instrucción de atacar, por lo que la actitud del inquilino de la Casa Blanca no deja de causar desconcierto entre la población estadounidense y el mundo entero, pues pareciera que está midiendo los alcances que tendría una acción de esa magnitud principalmente entre el electoral, luego de que hace unos días reiteró su interés por buscar la reelección.  

La decisión del mandatario de dar marcha atrás  en la orden de ataque, dejó dudas ya que contrario a su acostumbrada convicción y firmeza para llevar a cabo casi de inmediato sus determinaciones, reculó en una instrucción que habría girado para atacar a Irán luego de que esta nación derribara un dron estadounidense que presuntamente había violado su espacio aéreo. 

En un mensaje publicado en Twitter, el presidente confirmó lo que habían adelantado el diario The New York Times y la agencia AP: había ordenado atacar Irán pero rectificó minutos antes de que se ejecutara. La acción iba a ser la respuesta al derribo de un dron espía, que según Teherán violó su espacio aéreo pero EE.UU. asegura que estaba sobre aguas internacionales.

El mandatario reveló que la operación tenía tres objetivos definidos, pero decidió que no se hiciera.

El propio Trump afirmó que tomó la decisión para evitar la muerte de decenas de personas.

«Cuando pregunté cuántas personas morirán: ‘150, señor’, fue la respuesta de un general. Diez minutos antes del ataque lo detuve, no es proporcional a haber derribado un dron no tripulado», escribió Trump en Twitter.

También presumió no tener apuro, ya que su fuerza militar está reconstruida, nueva y preparada para actuar, “es con diferencia la mejor del mundo. Las sanciones están haciendo daño y agregamos más anoche», apuntó.

La postura repentina de Trump de cancelar el ataque debido al número de víctimas posibles despertó especulaciones.

«No es posible que a Trump le hubieran dado las tasas de las posibles bajas una vez que los aviones estuvieran en el aire», le dijo un exsecretario de Defensa a Katty Kay, al periodista de la BBC en Washington.

«Esa información se da mucho antes, en el proceso de toma de decisiones. Todo este proceso da lugar al escepticismo», agregó.

Más tarde Trump se contradijo en una entrevista en el programa Meet the Press de NBC News.

Cuando se le preguntó si los aviones estaban en el aire cuando cambió de opinión dijo: «No, pero pronto lo estarían y las cosas hubieran llegado a un punto donde no hay vuelta atrás».

También dijo que aún no había dado luz verde al ataque, que no había ordenado una decisión final «porque las cosas pueden cambiar».

No está claro en qué momento exacto Trump cambió de opinión.

El jueves en la mañana, Trump calificó de «un error muy grande» el derribo del dron de vigilancia modelo RQ-4A Global Hawk.

Las tensiones entre ambos países se han ido incrementando en las últimas semanas, cuando se han producido ataques contra varios buques petroleros en la zona del golfo de Omán por los que Washington acusa a Teherán.

Funcionarios estadounidenses le dijeron a la agencia AP que los ataques contra Irán habían sido recomendados por el Pentágono y se encontraban entre varias opciones a evaluar.

Según el NYT, altos cargos del Pentágono advirtieron que una respuesta militar podría llevar a una escalada que pusiera en riesgo a las fuerzas estadounidenses en la región.

De acuerdo con AP, el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, y el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, habían abogado por una posición dura ante Irán, mientras que los líderes del Congreso habían recomendado precaución.

La situación entre Estados Unidos e Irán se ha deteriorado mucho en el último año, desde que Trump decidió retirarse del acuerdo firmado en 2015 por varias potencias mundiales con Irán, mediante el cual Teherán se comprometió a aceptar límites a su programa de desarrollo atómico a cambio de un levantamiento de las sanciones económicas en su contra.

Ante la presión de las sanciones impuestas nuevamente por Washington y lo que considera la falta de una respuesta eficaz del resto de socios del acuerdo -quienes habían prometido un mecanismo para aliviar el impacto de las decisiones de Trump-, el gobierno iraní anunció que dejaría de respetar algunas de las limitaciones previstas en el acuerdo nuclear.

Este viernes, el gobierno de Irán negó los reportes de que Trump les había advertido a través de Omán sobre la posibilidad de ser objeto de un ataque inminente a menos de que estuvieran dispuestos a negociar.

La agencia Reuters había reportado que funcionarios iraníes le dijeron este viernes por la mañana que su gobierno había recibido a través de Omán un mensaje de Trump advirtiendo de un ataque inminente, en el que afirmaba estar en contra de la guerra y proponía dialogar sobre diversos asuntos.

Trump ha dicho que no busca un combate territorial con Irán, incluso, la posibilidad tiene pocos adeptos en la Unión Americana, principalmente, teniendo en cuenta las fallidas y extensas experiencias recientes en Afganistán e Irak.

Opinió[email protected]

@salvadorcosio1 

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