El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) enfatizó hoy a la comunidad internacional la necesidad de ayuda urgente para el campamento de desplazados de Al-Hol, situado en el noreste de Siria, en especial para los niños que se encuentran allí sin acompañantes adultos.
“Tras la ola de personas recién llegadas, el campamento no se da abasto”, indicó Philip Spoerri, jefe de la delegación del CICR en Siria, en un comunicado.
El CICR está muy preocupado por la situación de los niños que viven en los campamentos sin sus padres o sus tutores habituales, así como por la de otras personas especialmente vulnerables, indicó.
Desde comienzos de 2018, el equipo del CICR ha registrado los datos de unas mil 300 personas vulnerables, entre ellas 848 niños, en los campamentos de desplazados del noreste del país, destacó el reporte.
Las mujeres y los niños que llegan a Al Hol no han dormido, tienen hambre y frío y se encuentran en estado de choque, y cada grupo de personas que llega parece estar en peor estado que el anterior, alertó.
El comunicado del CICR puntualizó que los recién llegados, incluidas las familias con lactantes, deben dormir a la intemperie, expuestas al frío y a la lluvia, protegidos solamente por mantas colgadas de las vallas.
«Las noches son heladísimas y, según se ha informado, más de veinte niños han muerto de frío en las últimas semanas. La gente, como no puede guarecerse en ningún lugar cerrado, debe arroparse como puede. Algunos ni siquiera tienen una tienda de campaña y están expuestos a la lluvia, al viento y al frío», añadió.
El CICR y la Media Luna Roja Árabe Siria instalaron una cocina comunitaria donde se sirven comidas calientes desde mediados de febrero a las personas recién llegadas a Al-Hol, indicó el comunicado sobre la situación de los refugiados.
La oganización humanitaria precisó que la cantidad de comida diaria que se reparte alcanza las seis mil 500 raciones, que incluyen arroz, verduras y fríjoles, y cada día se transportan en camión 98 mil litros de agua al campamento.
