En medio de una creciente tensión en Libia, la comunidad internacional expresó hoy su preocupación y llamó a las partes a poner fin al conflicto el país, donde la Organización de las Naciones Unidas (ONU) confirmó que está decidida a celebrar una conferencia nacional.
Los llamados a la calma fueron lanzados este sábado por el Consejo de Seguridad de la ONU, el Grupo de los Siete (G-7) y varias naciones, mientras se registran combates entre las fuerzas del mariscal Jalifa Haftar y las del gobierno con reconocimiento internacional de Fayez Al Sarraj.
En los últimos días se renovaron los combates al sur de Trípoli, capital libia, y se teme que estalle un conflicto mayor en el país, donde operan numerosas milicias y hay dos autoridades rivales que compiten entre sí, el gobierno de unidad nacional de Sarraj y el comandado por Haftar.
El Ejército Nacional de Libia (ENL) dirigido por Haftar, que domina el este del país, lanzó esta semana una ofensiva militar contra el gobierno en Trípoli, y este sábado denunció un ataque aéreo contra sus posiciones en la región de Al-Aziziya, unos 50 kilómetros al sur de la capital.
El avión involucrado en el bombardeo despegó de la ciudad de Misrata, al oeste de la capital, donde las fuerzas son leales al gobierno, según indicó el ENL, que prometió una “respuesta contundente”.
El Consejo de Seguridad de la ONU celebró este sábado una reunión de urgencia para debatir los acontecimientos en Libia, y pidió a las partes que pongan fin al enfrentamiento y, en cambio, centren sus esfuerzos en negociaciones que lleven al país a elecciones.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que visitó Libia y se reunió con Sarraj en Trípoli el pasado jueves y con Haftar en la vecina ciudad de Bengasi el viernes, expresó que “salgo de Libia con profunda preocupación”, pero “aún con la esperanza de evitar una sangrienta confrontación”.
A pesar de la escalada, la ONU confirmó su intención de celebrar como está previsto una conferencia nacional de Libia sobre posibles elecciones, aseguró este sábado el enviado del organismo mundial para Libia, Ghassan Salame.
La conferencia, patrocinada por la ONU, está programada del 14 al 16 de abril en Ghadames, en el suroeste libio, a fin de elaborar una “hoja de ruta” para la realización de elecciones que normalicen la situación en el país.
Los ministros de Relaciones Exteriores del G-7, reunidos este sábado en Francia, condenaron en tanto la reanudación de los combates en Libia e instaron a “todos los actores a detener inmediatamente las acciones en torno a Trípoli, pues ello obstaculiza las perspectivas del proceso político liderado por la ONU”.
“No hay una solución militar para el conflicto libio”, sostuvieron los cancilleres del grupo de naciones más industrializadas en una declaración conjunta; mientras que Canadá, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos, Francia, Italia, Rusia, Reino Unido y Túnez pidieron individualmente un arreglo “pacífico”.
