El mago mexicano de talla internacional Joaquín Kotkin aseguró que los avances tecnológicos obligan a los ilusionistas a renovarse, cambiar de técnicas e inventar sus propios actos, con el fin de seguir sorprendiendo con rutinas que arranquen expresiones de admiración y motiven al público a seguir asistiendo a los foros.
Aseguró que mucha gente va con la intención de saber los secretos de sus actos.
“Al final salen sorprendidos y con ganas de volver a ver el espectáculo con la única finalidad de descubrir el secreto, como sucedió con ‘The illusionists. Live from Broadway’, que ofrecí en un foro de Monterrey, donde la gente salió sorprendida, feliz y con la duda de ¿cómo lo hizo?”.
El ilusionista de la media barba originario de la Ciudad de México, quien es uno de los más reconocidos en su gremio, destacó que los que practican este arte tienen la obligación de renovar sus actos. “La magia sigue fuerte, son menos espectáculos, pero los pocos que hay son bien apreciados y la prueba es que los eventos que damos son con llenos totales”.
Indicó que se hizo sólo una presentación en Monterrey, porque la gira continúa por varias ciudades de Estados Unidos, “pero la idea es recorrer América Latina y en ese recorrido entonces sí estaría la Ciudad de México donde queremos hacer un foro grande para dar funciones.
«Imagínate si al público le emociona ver estos actos, mucho más a mí, porque voy a volver a la tierra que me vio nacer, pero ahora formado como un gran mago”.
Kotkin explicó que el acto más sorprendente que tiene en su rutina es cuando ingiere un diamante que más adelante lo saca por el ojo.
“Literal, el público cuando ve eso queda sorprendido y hasta se escucha el sonido de admiración y enseguida estalla la ovación para solicitar que lo vuelva a hacer; es cuando me doy cuenta de que hay un verdadero éxito”.
Abundó que es un espectáculo cercano a las dos horas, porque no es el único que sale al escenario. “Somos seis magos y cada uno aporta su maestría ilusionista para sorprender al público y ganarse el aplauso, así que variedad de actos hay en todo momento y nuestro éxito radica en sacar la capacidad infantil del público para que se sorprenda”.
Joaquín destacó que desde pequeño se interesó en la disciplina, “trabajé tanto que inventé mis propios actos, a tal grado que el mismo David Copperfield me compró uno y lo ha explotado en todos sus ‘shows’ y los productores de este espectáculo de magos me buscaron a mí por esas referencias y ya llevo siete años de gira con ellos”.
