La frase hecha de ‘tardar en salir del cascarón’ no puede resultar más oportuna. Una nueva investigación indica que los huevos de dinosaurio podían tardar hasta seis meses –siendo tres la media– en romperse. Si se compara, por ejemplo, con le tiempo que tarda el de las aves, la diferencia es brutal. Hay especies, como las ostras, que solo pasan 42 días formando el caparazón que luego las protegerá el resto de sus vidas. Y luego están los seres humanos que están en el vientre materno 9 meses. En el caso de los dinosaurios su extinción podría estar directamente relacionada con este hecho que, primero les puso en peligro, y luego consumó su desaparición total de la Tierra.
El tiempo de incubación no dice nada en concreto de cada especie. Hay algunas que tardan más en incubar sus huevos, y otras menos. Pero sí que parece muy posible que en el caso de los dinosaurios, teniendo en cuenta las circunstancias tan salvajes y agrestes de la época en la que poblaron la Tierra, fuera la causa de su extinción. Como tardaban tanto en nacer nuevas crías, su población se vio diezmada y finalmente desapareció. Y no solo eso, los pequeños dinosaurios también tardaban mucho en crecer; aproximadamente, dos años hasta tener su tamaño final. Con lo cual, eran muy frágiles durante bastante tiempo.
Eso sí, la teoría de que fue un meteorito que colisionó contra la Tierra lo que les extinguió para siempre es la que sigue vigente. Este nuevo estudio explicaría por qué la especie se vio amenazada y diezmada llegado el momento y también arroja luz sobre su comportamiento en el planeta. ¿Qué hacían los dinosaurios cuando estaban vivos? Probablemente migraban menos de lo que se ha creído porque no podrían hacerlo hasta que nacieran sus crías –y ya sabemos que tardaban mucho– o hasta que sus pequeños crecieran y no fueran tan frágiles para emprender grandes viajes. Un cóctel que favoreció su extinción.
