Los abogados de oficio de Inglaterra y Gales han entrado en su segunda semana de huelga para pedir una subida de los honorarios por los servicios de asistencia jurídica gratuita que financia el Estado, lo que ha provocado una parálisis de la Justicia penal.
Más de un centenar de abogados (llamados «barristers», habilitados comparecer ante el tribunal) se congregaron este martes ataviados con sus características togas y pelucas para protestar contra la precariedad de sus salarios y del sistema judicial ante los Reales Tribunales de Justicia, en el centro de Londres.