“La diplomacia mexicana, que alguna vez fue orgullo nacional, es un desastre, atrapada entre la soberbia presidencial y la pasividad diplomática del canciller”, escribió la semana pasada el diplomático Agustín Gutiérrez Canet, quien, por cierto, es tío de la señora Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente Andrés Manuel que López Obrador.
Esta muy severa crítica, es solo una de las múltiples expresiones en sentido de reprobación que se han podido registrar en los últimos días, después de la terrible postura asumida por el presidente López Obrador, quien, intolerante a las críticas como ya se le conoce, y herido en su orgullo por los fuertes cuestionamientos que recibió tras dar a conocer los nombramientos de nuevos embajadores, reaccionó francamente mal, ganándose que más allá de nuestras fronteras fuera tildado de ‘infantil’, y que el actual presidente de Panamá lo pusiera ‘en su lugar’ exigiendo respeto para su país.
Todo este embrollo derivó desde el momento en que al presidente López Obrador y/o al canciller Marcelo Ebrard Casaubon, o a ambos, se les ocurrió que era buena idea dar a conocer por medio de un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), las 16 designaciones para representaciones de México en el Exterior sin contar antes con las cartas de beneplácito que los países sede deben entregar confirmando la aceptación de quien representará a México en su país.
No gustaron muchas de las propuestas, pero el particular caso del historiador Pedro Agustín Salmerón, designado embajador en Panamá -presuntamente impuesto por la esposa del presidente Beatriz Gutiérrez Müller-, hizo estallar las redes sociales, siendo que sobre el personaje en comento existen señalamientos como acosador sexual. El hashtag #UnAcosadorNoSeráEmbajador se hizo tendencia de inmediato en redes sociales.
Esta designación generó un alud de críticas por parte de feministas, activistas, legisladoras y organizaciones civiles, que mostraron su indignación en redes sociales y alzaron la voz para recordar que en contra de este impresentable individuo existen acusaciones de acoso sexual, saliendo a la luz nuevamente las historias que se hicieron virales años atrás a través de #MeToo, cuando estudiantes y ex alumnas del ITAM acusaron al también ex director del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEGRM), de aprovechar su posición.
Fue tal la polémica que se generó en México que resonó en territorio panameño generando que el gobierno de aquel país terminara por no otorgar su beneplácito a Salmerón constituyendo una afrenta para el presidente López Obrador que fallidamente intentó disfrazar el rechazo por una declinación, pero el golpe había sido asestado y en su malestar arremetió en contra de la canciller panameña Érika Mouynes.
“Como si fuera la Santa Inquisición, la ministra de Panamá se inconformó porque estaban en desacuerdo en el ITAM y nos pedía que no enviáramos la solicitud de beneplácito”, comentó López.
Luego entonces, casi como castigo, venganza o broma de mal gusto, designó a la polémica senadora Jesusa Rodríguez, en una actitud que fue calificada como infantil por parte del expresidente panameño, Ernesto Pérez Balladares, quien no ocultó su enfado contra las propuestas presentadas en torno a la designación de embajador de México ante el país centroamericano.
A través de su cuenta de Twitter reclamó:
“La actitud del señor López Obrador en cuanto a la designación de su representante en nuestro país es infantil. Somos un país pequeño pero digno y valiente. Más nos necesita México a nosotros que nosotros a México”, escribió el miércoles 2 de febrero.
A estos reproches se sumó nada menos que el actual presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, quien exigió a su homólogo mexicano respete las decisiones de su gobierno y reiteró el respaldo a la canciller de su país, Erika Mouynes, por oponerse a la designación como embajador del historiador Pedro Salmerón.
“La canciller de Panamá es una gran profesional, tiene todo mi respaldo y todo mi respeto”, afirmó Cortizo, tras un cuestionamiento de la prensa.
López Obrador “tiene el derecho de designar a quien él guste, pero Panamá es soberano de decidir a quién le dice sí y a quien le dice no”, indicó Cortizo.
“Nosotros somos respetuosos no solamente de México, sino de todos los países y nosotros exigimos respeto para Panamá. El respeto se gana y eso es lo que nosotros exigimos, tanto del presidente de México como de cualquier otro país, agregó el mandatario panameño.
Ya antes, La Alianza Panameña por la Vida y la Familia, también se había manifestado a través de una nota firmada por su vicepresidente, Rupert Neblett, quien expresó su desagrado y rechazo a las declaraciones emitidas por el presidente de México en contra de la ministra de Relaciones Exteriores, Erika Mouynes, por su opinión frente a la posible designación de Pedro Salmerón.
El movimiento rechazó a su vez la designación de la senadora Jesusa Rodríguez como embajadora de Panamá, por “representar todo lo contrario a los valores sobre los que se fundó nuestra nación”. “No aceptaremos que a nuestro país se le envíe todo lo que estorba”, recalcó el grupo.
En ese sentido, solicitó que “así como se rechazó a un acosador, se rechace a una abortista, defensora de la marihuana, quien además, ha demostrado no tener ningún respeto por las creencias religiosas de un pueblo como México al representar a Sor Juana Inés de la Cruz en marchas del orgullo gay”.(La Estrella de Panamá 03/02/22).
Pero las críticas no solo llegaron del exterior, y así han dejado plasmada su inconformidad por las diversas designaciones, diplomáticos como la ex embajadora de México en Estados Unidos, Martha Bárcena, quien criticó que se mantenía una «chavización» del Servicio Exterior Mexicano, “como hizo en su momento el expresidente de Venezuela Hugo Chávez”.
Entre ellos enlistó casos como la escritora Laura Esquivel en Brasil, el filósofo Eduardo Villegas, el exalcalde de Tuxtla Gutiérrez Ricardo Cantú Garza en El Salvador o la propuesta ahora rechazada de Pedro Salmerón en Panamá.
Las críticas igualmente se originaron desde las cuentas en redes sociales de ex presidentes de México diputados y senadores de oposición, y usuarios, muchos de los cuales coinciden en preguntarse ¿Qué nos ha hecho Panamá para recibir ese trato?
Hay que decir que otros nombramientos resultaron no menos polémicos como el de la ex gobernadora de Sonora, la todavía priista Claudia Pavlovich, a quien se acusó de haber entregado aquel estado norteño a Morena a cambio de obtener el consulado en Barcelona.
Lo mismo ocurrió con el ex gobernador de Campeche, Carlos Miguel Aysa, a quien se designó como Embajador en República Dominicana y el ex primer mandatario de Sinaloa, Quirino Ordaz, que ya había sido propuesto como Embajador en España, siendo este otro caso que mereció importante debate por su cuestionado desempeño y por la controversia que generaron trascendidos en el sentido de que la Madre Patria no otorgaría su beneplácito, lo cual encendió las alertas y de ahí que fuera oxígeno puro para el actual régimen cuando finalmente se recibió la carta de aceptación del gobierno español, en lo que debemos interpretar como un acto de buena voluntad siendo que particularmente aquel país ha sido duramente criticado por el presidente mexicano que una y otra vez ha exigido una disculpa al Rey por lo acontecido hace 500 años durante La Conquista.
El tema es que un ejercicio como es la designación de diplomáticos, que normalmente se enmarca en acciones de mero trámite, esta vez se tornó en un dolor de cabeza tanto para el presidente López Obrador, como para el canciller Marcelo Ebrard, quien quizá si tuviese un poquito de dignidad ya debía por lo menos haber presentado su renuncia al cargo.
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