En un giro inesperado de la política exterior estadounidense, el presidente Donald Trump afirmó este martes que Estados Unidos «se tomará» la Franja de Gaza, un enclave palestino en medio de un conflicto prolongado. Durante una rueda de prensa conjunta con el rey de Jordania, Abdalá II, en la Casa Blanca, Trump enfatizó que «no hay nada que comprar» en referencia a la situación actual en la región. «Nos la vamos a tomar, nos la vamos a quedar y la vamos a cuidar», agregó el mandatario, desatando una ola de reacciones tanto a nivel nacional como internacional.
La declaración de Trump se produce en un contexto de creciente tensión en el Medio Oriente, donde la situación humanitaria en Gaza ha alcanzado niveles críticos. La comunidad internacional observa con preocupación las acciones que podrían llevar a un aumento de la violencia en la región.
En otro aspecto relacionado, el rey Abdalá II anunció la decisión de Jordania de acoger a 2.000 niños palestinos enfermos, una medida que sigue a las presiones ejercidas por Trump para que el país árabe reciba a refugiados de Gaza. En su respuesta, el presidente estadounidense calificó esta decisión como un «gesto hermoso», resaltando la importancia del apoyo humanitario en tiempos de crisis.
Las declaraciones de Trump y la postura de Jordania se sitúan en un contexto geopolítico complejo, donde las tensiones continúan aumentando. Observadores internacionales advierten que las palabras del presidente podrían tener repercusiones significativas en los ya frágiles esfuerzos por alcanzar la paz en la región.
La comunidad internacional sigue de cerca estos acontecimientos, esperando que las negociaciones y el diálogo prevalezcan sobre las amenazas y las acciones unilaterales que podrían agravar aún más la situación en Gaza.
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