El egoísmo, la toma de crédito, la reescritura de los hechos recientes para convertirse en un héroe ante la pandemia en lugar de un presidente que ha actuado de forma lenta: estas han sido las características del uso del púlpito de Donald Trump, como un bravucón ante la pandemia”.
El diario estadounidense The New York Times se dio a la tarea de analizar los discursos de Trump frente a la pandemia, para evaluar la labor de su administración contrastada con sus declaraciones en las conferencias diarias y las presentaciones que ha hecho durante la primera etapa de los contagios en Estados Unidos.
El trabajo requirió la indagatoria en más de 260 mil palabras de discursos emitidos entre el 9 de marzo y el 17 de abril, en los que abordó la pandemia desde el discurso oficial y respondió preguntas de la prensa.
Como primeras conclusiones el presidente de los Estados Unidos emitió 600 halagos a su persona, la gran mayoría de ellos son mentiras, 360 veces dio crédito a otros, pero 110 veces responsabilizó a otras personas de las malas acciones federales o nacionales.
El periódico señala que Trump difiere de las acciones de otros presidentes en la historia del país, que toman las catástrofes como oportunidades para unir a la nación, mientras que él se ha apoyado de la misma para criticar a sus oponentes, donde los gobernadores, sobre todo los demócratas, son el punto principal y el púlpito se convierte en un punto más de campaña presidencial.
Se ha colocado, en comparación favorecedora, junto a presidentes icónicos como Lincoln o Roosvelt y ha declarado, en diversas oportunidades, que su administración ha logrado cosas que ninguna otra.
A comparación con otros líderes en el mundo ha limitado los comentarios favorecedores para los trabajadores a la salud, a los ciudadanos de a pie o a los trabajadores indispensables y al hablar de otros principalmente aplaude las acciones de algunos gobernadores y empresarios.
Los analistas aseguran que sus discursos han avanzado de “forma desordenada” para desviar la atención a otros asuntos que no impliquen la expansión de la enfermedad dentro del país, como es el caso de los mensajes contra China, la Organización Mundial de la Salud o el gobierno Venezolano.
Trump se ha descrito como un líder de guerra, un hombre al frente de una gran batalla, en la labor de autoproclamarse héroe, afirman los investigadores, mientras remarca que durante su gobierno se resarcieron las fallas que otros han tenido, sobre todo la administración Obama.
El mandatario de EUA destaca ante otros presidentes y gobernadores enfrentando la pandemia, concluyen, pues su mirada difiere, la evalúa como un hombre en coma que despertará el 31 de mayo para seguir adelante con su vida cotidiana.
Por esta razón mantiene la pelea con los gobernadores de que la integración económica ocurrirá el primero de mayo, sin atender los consejos del equipo de expertos de la propia Casa Blanca y lo solicitado por los gobernadores.
Los análisis de los discursos incluyen las conferencias de prensa de aproximadamente dos horas y media, transmitidas por la mayoría de las cadenas de cable en el país y las redes sociales cada día, en las que en su mayor parte del tiempo habla y responde él mismo, lo que han criticado distintos expertos.
Hasta el momento Estados Unidos encabeza las cifras de contagios y decesos por COVID-19, en total se han registrado 983 mil 848 casos acumulados de poco más de tres millones en el mundo y han fallecido, en la nación del norte, 55 mil 735 personas.
