En España, más de 3,5 millones de personas conviven con la migraña, y casi un millón sufre cefalea 15 días al mes. Uno de los síntomas característicos de las jaquecas, aparte del dolor, las náuseas e incluso los vómitos, es la fotofobia o sensibilidad extrema a la luz, pero según una investigación realizada por expertos de la Harvard Medical School, en Estados Unidos, también puede convertirse en una aliada, tal y como cuentan en la publicación especializada Brain.
Hace cinco años, el grupo de investigadores dirigido por Rami Burnstein, director del Comprehensive Headache Center (perteneciente a la Harvard Medical School), ya observó un fenómeno sorprendente: que la luz azul agravaba los síntomas a los pacientes invidentes. De ese modo empezaron a estudiar cómo afectaban los distintos rangos de luminosidad a los afectados sin discapacidad visual.
Así descubrieron que las personas expuestas a un tipo de luz muy determinada, verde clara, tenían migrañas menos dolorosas que el resto. Y no solo eso, sino que, a bajas intensidades, les aliviaba significativamente el dolor de cabeza, algo que no esperaban los científicos. Luego comprobaron que las señales eléctricas generadas en la retina y la corteza cerebral por las luces rojas y azules eran sensiblemente más intensas que las que desencadenaban las verdes.
A continuación, Burnstein y su equipo realizaron experimentos con animales para ver cómo reaccionaban sus neuronas del tálamo (el área cerebral encargada de transmitir la información del ojo a la corteza) a los distintos colores. Y efectivamente, la luz verde claro las excitaba mucho menos que la azul. El siguiente paso es desarrollar una bombilla que solo emita esa tonalidad o unas gafas que bloqueen todo el espectro cromático excepto la estrecha franja con propiedades analgésicas en los pacientes con jaqueca, soluciones de momento caras con la tecnología actual.