Los hermanos Lyle y Erik Menéndez, encarcelados desde 1990 por el asesinato de sus padres, enfrentarán una audiencia crucial de hábeas corpus este lunes en un tribunal de Van Nuys. La audiencia, que ha despertado gran interés público, contará con un acceso limitado a la sala, pues solo 16 miembros del público serán admitidos mediante un sorteo.
“El sorteo se llevará a cabo la mañana del mismo día, y los boletos serán distribuidos entre las 8 y las 9 a.m.”, confirmó el Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles.
Condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, los hermanos fueron hallados culpables del asesinato de sus padres, José y Kitty Menéndez, ocurrido el 20 de agosto de 1989 en su residencia de Beverly Hills.
La fiscalía argumentó que el móvil del crimen fue económico, mientras que los hermanos alegaron haber actuado en defensa propia tras años de presuntos abusos sexuales y físicos por parte de sus padres. A pesar de admitir los asesinatos, los jurados rechazaron sus argumentos y los declararon culpables de asesinato en primer grado.
La audiencia de hábeas corpus se presenta como una oportunidad para revisar posibles irregularidades en los juicios de los años 90 y valorar nuevas evidencias, incluidas declaraciones de testigos que respaldan las denuncias de abuso de los hermanos. Este procedimiento podría ser el primer paso hacia la reconsideración de sus condenas o incluso un nuevo juicio, algo que sus abogados han intentado obtener durante años.
Además, el caso se desarrolla en un contexto político cambiante en el condado de Los Ángeles, lo que añade un elemento de incertidumbre. El actual Fiscal del Distrito, George Gascón, recomendó reducir las sentencias de Lyle y Erik a cargos menores. Sin embargo, su salida del cargo tras las elecciones del 5 de noviembre deja esta decisión en manos del fiscal entrante, Nathan Hochman, quien asumirá funciones el próximo 2 de diciembre.
Una resentencia está programada para el 11 de diciembre, fecha clave para el futuro legal de los hermanos. En este proceso, Hochman tendrá la responsabilidad de decidir si sigue las recomendaciones de Gascón o mantiene las condenas actuales. “El Gobernador dejará la decisión en manos del fiscal designado”, señaló CBS News, citando a la oficina del gobernador Gavin Newsom, quien también indicó que esperará la evaluación de Hochman antes de contemplar un posible perdón.
Este cambio de administración en la Fiscalía del Condado de Los Ángeles podría alterar significativamente el desenlace del caso, que ha captado la atención pública durante más de tres décadas.
La posibilidad de clemencia estatal es otro tema en discusión. Durante su gestión, Gascón escribió cartas al gobernador Newsom, respaldando las solicitudes de los hermanos Menéndez para obtener el perdón estatal. Argumentó que los abusos sufridos y el buen comportamiento demostrado en prisión justifican una reconsideración de sus sentencias.
No obstante, esta posibilidad se encuentra ahora en pausa debido a la transición en la Fiscalía del Distrito. Mientras algunos familiares han mostrado su apoyo a los hermanos, alegando que han demostrado rehabilitación, otros se oponen firmemente. Un pariente de Kitty Menéndez, citado por CBS News, afirmó que los asesinatos fueron premeditados y rechazó cualquier intento de liberación anticipada. Estas opiniones opuestas reflejan la complejidad emocional y social del caso, que sigue dividiendo a la opinión pública más de 30 años después de los hechos.
El caso de los hermanos Menéndez continúa siendo un punto de debate en Estados Unidos, donde el público está dividido entre quienes consideran que ya han pagado su deuda con la sociedad y quienes creen que deben cumplir la totalidad de sus condenas. Las acusaciones de abuso sexual y físico por parte de sus padres, aunque no evitaron las condenas en los años 90, han sido respaldadas recientemente por algunos familiares y testigos, lo que ha dado nuevo impulso a su defensa legal.
Con información de Infobae.