“Sólo te conviene comprar un auto nuevo, si vas a utilizar el beneficio fiscal de deducir la compra del vehículo”, comenta Freddy Domínguez, cofundador de ComparaGuru.com.
Para el emprendedor, el problema con los autos usados es que no tienen el mismo nivel de deducibilidad que un coche nuevo. El contribuyente tiene que comprobar que este bien es una herramienta que le sirve para cumplir con obligaciones laborales como citas, entrevistas o entregas.
En general, todo lo que se paga en intereses sobre algún crédito (hipotecario o de auto), son deducibles al 100%, de acuerdo con Domínguez. Para que la compra sea una inversión, el bien tiene que ser un producto que en el tiempo se aprecie o reditué algún retorno. Si no hay ninguno de esos componentes involucrados, entonces es un gasto.
Por hasta 175,000 pesos se puede deducir la compra de un auto (nuevo o usado). Sin embargo, al adquirirlo de manos de un particular, éste no podrá emitir ninguna factura.
En el caso del modelo de renta, el monto máximo para deducir es de 200 pesos diarios y su valor no debe pasar los 175,000 pesos.
Según el cofundador de ComparaGuru, en el caso de comprar un auto nuevo, no hay ningún tiempo recomendado para pagar el vehículo. Sólo recomienda que el pago mensual no puede exceder, sumados todos los gastos, el 30% del ingreso disponible.
Otros gastos de coche que también se pueden deducir son: gasolina, refacciones, mantenimientos, cambios de llantas, parquímetros, estacionamientos, seguros y tenencia.
Para deducir exitosamente, el contribuyente tiene que estar dado de alta en Hacienda bajo el régimen de honorarios o actividad empresarial, arrendamiento o Régimen de Incorporación Fiscal (RIF).
