La Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (SEMADET) hace un llamado a la ciudadanía para abstenerse a convocar, organizar y/o participar en reforestaciones voluntarias mientras el periodo de estiaje no se haya dado por concluido y sin asesoría técnica adecuada.
Debido al interés de los ciudadanos y a las convocatorias que han surgido en redes sociales para reforestar zonas que se han visto afectadas por incendios forestales en los últimos meses, es importante hacer de su conocimiento lo siguiente:
El periodo de reforestación da inicio una vez concluido el periodo crítico de incendios forestales y con la llegada de las primeras lluvias, esto generalmente durante los meses de julio, agosto y septiembre.
Cuando ocurre un incendio forestal la tierra debe pasar por un proceso de recuperación, e incluso tras hacer valoraciones, en algunos casos se realizan de acciones de restauración de suelo por parte de personal técnico especializado.
Asimismo hay que esperar una adecuada regeneración natural de la vegetación, sin embargo la respuesta de la misma solo se podrá observar hasta la temporada de lluvias.
Con las lluvias del temporal, las semillas tienen condiciones para germinar y su raíz es capaz de alcanzar el suelo, lo cual no ocurre cuando existe gran cantidad de materia orgánica (hojarasca), es ahí donde el fuego ayuda a poner fin al estado de reposo o latencia del árbol para la liberación de semillas.
Para plantar árboles, se deben tomar en cuenta puntos como el tamaño, la especie, el tipo de suelo, el tipo de flora ubicada en el polígono y sobretodo quien lo haga debe tener preparación y conocimiento del tema, es por ello que durante las reforestaciones sociales, siempre hay brigadistas forestales que acompañan a los ciudadanos en el proceso.
«El acompañamiento tiene que ser un acompañamiento técnico, y en este acompañamiento si es una iniciativa ciudadana tiene que tener una capacitación con expertos en restauración para decirles cómo se deben hacer las reforestaciones. Las reforestaciones masivas históricamente no han funcionado, porque lo que necesita el bosque son pocas intervenciones pero con mucha calidad, criterio y acompañamiento técnico”, explicó Gabriela López Damián, directora General del Fideicomiso del Programa de Desarrollo Forestal del Estado (FIPRODEFO).
“La ciudadanía puede participar primero en informarse, en capacitarse y sobre todo en ser vigilantes de los bosques, si hay una intencionalidad de hacer reforestaciones que se acerquen con los entes especializados, la Dirección Ejecutiva del Bosque, el FIPRODEFO, la Dirección General Forestal y la propia CONAFOR, existen distintas dependencias que pueden coadyuvar a eso», señaló.
El proceso necesario para la restauración ecológica después de la perturbación por el fuego se compone de una serie de etapas las que, en algunos casos, se aplican en forma lineal y en otros en forma simultánea. Estas etapas pueden sintetizarse en:
• Recolección de información de las agrupaciones vegetales afectadas
• Definición del ecosistema hacia el que se pretende reconducir
• Inventario del área quemada – Análisis de la información recolectada
• Limpieza del terreno incendiado para favorecer la regeneración natural
• Realizar labores de conservación de suelo
• Elaboración y ejecución del programa de restauración
Una de las acciones inmediatas para la recuperación de los terrenos es la de limpiar las zonas afectadas, realizar obras de conservación de suelo a fin de evitar escurrimientos y deslaves y en consecuencia pérdida de suelo. De igual manera enriquecer los suelos con materia orgánica para posteriormente y si es necesario proceder a la reforestación.
EL DATO:
• Dentro de las Áreas Naturales Protegidas (ANP) del Estado hay cañadas, pendientes, cerros y una gran diversidad de orografía, así como también fauna salvaje, por lo que cualquier persona que se adentre a ellas con la finalidad de intervenir en el ecosistema puede estar en riesgo
