Aunque reconoció que la Fiscalía del Estado perdió credibilidad tras las detenciones irregulares que realizaron agentes investigadores el pasado 5 de junio, el fiscal Gerardo Octavio Solís negó que vaya a dejar su cargo.
En comparecencia ante diputados locales, dijo que por esa pérdida de credibilidad se inició una investigación que quedó en manos de la Fiscalía estatal Anticorrupción, y una segunda por desaparición forzada que atrajo la FGR.