Con la presencia del Presidente Municipal de Guadalajara, Enrique Alfaro, quien reiteró su voluntad de respetar los derechos humanos de las personas que se dedican al trabajo sexual, arrancó hoy el Taller de “Género, Derechos Humanos y Trabajo Sexual”, impartido a servidores públicos del Ayuntamiento de Guadalajara por Elsa Conde Rodríguez, titular del Programa de Asuntos de la Mujer y de Igualdad entre Mujeres y Hombres de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
El taller fue impulsado por la regidora Guadalupe Morfín Otero, Presidenta de la Comisión Edilicia de Derechos Humanos e Igualdad de Género, como parte de la tarea que le encomendó el presidente municipal de trabajar la aproximación al mundo del trabajo sexual por la remodelación de la zona del parque Morelos. La intención, dijo Guadalupe Morfín, “es que permanezca nuestro trabajo en la siguiente administración”, y ponderó la presencia en el taller de personal que tiene muchos años trabajando en el Ayuntamiento.
La regidora Morfín hizo un recuento de las actividades y reuniones llevadas a cabo sobre este tema y destacó que esta capacitación tiene como objetivo incrementar la capacidad del Gobierno Municipal y la sensibilidad de sus integrantes para entender y atender a quienes se dedican al sexo servicio y garantizar sus derechos humanos.
Queremos, subrayó, que las distintas áreas del Gobierno Municipal, se impregnen de los conocimientos de los derechos humanos de las mujeres que se dedican al sexo servicio, en vías de profesionalizar la atención que se les brinde.
Sostuvo que el taller ayuda también a tener mayor claridad sobre un tema sumamente delicado: la investigación de la trata de personas, que en esencia es competencia federal, en particular de la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas (Fevimtra) y de otras áreas de la Procuraduría General de la República (PGR) en cuyas tareas puede colaborar la Fiscalía General del Estado. Al municipio, puntualizó, le toca regular y supervisar hoteles y otros centros de diversión a través de la Dirección de Inspección y Vigilancia. “Es una exigencia de la cultura de los derechos humanos no criminalizar a las víctimas”.
